Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás».
2 Tesalonicenses 3:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Porque, incluso cuando estábamos con vosotros, os ordenamos: «El que no quiera trabajar, que tampoco coma». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Biblia Nueva Traducción Viviente Incluso mientras estábamos con ustedes les dimos la siguiente orden: «Los que no están dispuestos a trabajar que tampoco coman». Biblia Católica (Latinoamericana) Además, cuando estábamos con ustedes les dijimos claramente: el que no quiera trabajar, que tampoco coma. La Biblia Textual 3a Edicion Porque aún cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ya cuando estábamos entre vosotros os dimos esta norma: el que no quiere trabajar, que no coma. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque aun cuando estábamos con vosotros, os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. |
Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás».
El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos.
El perezoso no labra la tierra en otoño; en tiempo de cosecha buscará y no hallará.
La codicia del perezoso lo lleva a la muerte, porque sus manos se niegan a trabajar;
―Cuando todavía estaba yo con vosotros, os decía que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
Y os digo esto para que cuando llegue ese día os acordéis de que ya os lo había advertido. Sin embargo, no os dije esto al principio porque yo estaba con vosotros.
Cuando llegaron, les dijo: «Vosotros sabéis cómo me porté todo el tiempo que estuve con vosotros, desde el primer día que vine a la provincia de Asia.
pues cuando estábamos con vosotros os advertimos que íbamos a padecer sufrimientos. Y así sucedió.
a procurar vivir en paz con todos, a ocuparos en vuestras propias responsabilidades y a trabajar con vuestras propias manos. Así os he mandado,