2 Samuel 7:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―Bien —respondió Natán—. Haz lo que tu corazón te dicte, pues el Señor está contigo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo. Biblia Nueva Traducción Viviente Natán le respondió al rey: —Adelante, haz todo lo que tienes pensado porque el Señor está contigo. Biblia Católica (Latinoamericana) Natán respondió al rey: 'Haz todo lo que estimes conveniente, porque Yavé está contigo'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Natán respondió al rey: ¡Ve, haz todo lo que está en tu corazón, porque YHVH está contigo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Natán al rey: 'Anda y pon por obra todo cuanto tienes en tu corazón, porque Yahveh está contigo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová es contigo. |
Quienes no lo apoyaron fueron el sacerdote Sadoc, Benaías hijo de Joyadá, el profeta Natán, Simí y Reguí, y la guardia personal de David.
Pero luego fue a la montaña y se abrazó a los pies del hombre de Dios. Guiezi se acercó con el propósito de apartarla, pero el hombre de Dios intervino: ―¡Déjala! Está muy angustiada, y el Señor me ha ocultado lo que pasa; no me ha dicho nada.
David le dijo a Salomón: «Hijo mío, yo tenía la intención de construir un templo para honrar al Señor mi Dios.
Puesto de pie, el rey David dijo: «Hermanos de mi pueblo, escuchadme. Yo tenía el propósito de construir un templo para que en él reposara el arca del pacto del Señor nuestro Dios y sirviera como estrado de sus pies. Ya tenía todo listo para construirlo
Todos los hechos del rey David, desde el primero hasta el último, y lo que tiene que ver con su reinado y su poder, y lo que les sucedió a él, a Israel y a los pueblos vecinos, están escritos en las crónicas del vidente Samuel, del profeta Natán y del vidente Gad.
Ezequías instaló también a los levitas en el templo del Señor, con música de címbalos, arpas y liras, tal como lo habían ordenado David, Natán el profeta y Gad, el vidente del rey. Este mandato lo dio el Señor por medio de sus profetas.
Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes.
En cuanto a vosotros, la unción que de él recibisteis permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y os enseña todas las cosas. Permaneced en él, tal y como él os enseñó.
Cuando se cumplan estas señales que has recibido, podrás hacer todo lo que esté a tu alcance, pues Dios estará contigo.
―¡Adelante! —respondió el escudero—. Haz todo lo que tengas pensado hacer, que cuentas con todo mi apoyo.
Pero el Señor le dijo a Samuel: ―No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.