así que intentó matarlo un gigante llamado Isbibenob, que iba armado con una espada nueva y una lanza de bronce que pesaba más de tres kilos.
2 Samuel 21:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Los filisteos reanudaron la guerra contra Israel, y David salió con sus oficiales para hacerles frente. Pero David se quedó agotado, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó. Biblia Nueva Traducción Viviente Una vez más los filisteos estaban en guerra con Israel. Y cuando David y sus hombres estaban en lo más reñido de la pelea, a David se le acabaron las fuerzas y quedó exhausto. Biblia Católica (Latinoamericana) Se reinició la guerra entre los filisteos e Israel. David bajó con su guardia para pelear con los filisteos. La Biblia Textual 3a Edicion De nuevo hubo guerra de los filisteos contra Israel. Y bajó David con sus siervos, y mientras luchaban contra los filisteos, David se cansó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todavía hubo guerra de los filisteos contra Israel, por lo que bajó David con sus servidores para pelear contra los filisteos, pero se sintió cansado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y como los filisteos volvieron a hacer guerra contra Israel, descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos, y David se cansó. |
así que intentó matarlo un gigante llamado Isbibenob, que iba armado con una espada nueva y una lanza de bronce que pesaba más de tres kilos.
Al enterarse los filisteos de que David había sido ungido rey de Israel, subieron todos ellos contra él; pero David lo supo de antemano y bajó a la fortaleza.
Pero los filisteos volvieron a avanzar contra David, y desplegaron sus fuerzas en el valle de Refayin,
Así lo hizo David, tal como el Señor se lo había ordenado, y derrotó a los filisteos desde Gabaón hasta Guézer.
Pasado algún tiempo, David derrotó a los filisteos y los subyugó, quitándoles el control de Méteg Amá.
Después de esto, hubo una batalla contra los filisteos en Guézer. Fue en esa ocasión cuando Sibecay el jusatita mató a Sipay, descendiente de los gigantes. Así sometieron a los filisteos.
Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido.
No me rechaces cuando llegue a viejo; no me abandones cuando me falten las fuerzas.
Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.
Un día temblarán los guardianes de la casa, y se encorvarán los hombres de batalla; se detendrán las molenderas por ser tan pocas, y se apagarán los que miran a través de las ventanas.