2 Samuel 16:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 En aquella época, recibir el consejo de Ajitofel era como oír la palabra misma de Dios, y esto era así tanto para David como para Absalón. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el consejo que daba Ahitofel en aquellos días, era como si se consultase la palabra de Dios. Así era todo consejo de Ahitofel, tanto con David como con Absalón. Biblia Nueva Traducción Viviente Absalón siguió el consejo de Ahitofel, tal como lo había hecho David, porque cada palabra que decía Ahitofel parecía tan sabia como si hubiera salido directamente de la boca de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Por ese entonces todos los consejos de Ajitofel eran como palabras de Dios; así los consideraban tanto David como Absalón. La Biblia Textual 3a Edicion En aquellos días el consejo que daba Ahitofel era como si uno consultara el oráculo de Dios. Así era todo lo que aconsejaba Ahitofel, tanto para David como para Absalón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los consejos que daba Ajitófel eran tenidos por entonces como oráculos de Dios, así eran estimados todos los consejos de Ajitófel, tanto por David como por Absalón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el consejo que daba Ahitofel en aquellos días, era como si consultaran la palabra de Dios. Tal era el consejo de Ahitofel, tanto con David como con Absalón. |
Luego, mientras celebraba los sacrificios, Absalón mandó llamar a un consejero de su padre David, el cual se llamaba Ajitofel y era del pueblo de Guiló. Así la conspiración fue tomando fuerza, y el número de los que seguían a Absalón crecía más y más.
En eso informaron a David que de Ajitofel se había unido a la conspiración de Absalón. Entonces David oró: «Señor, haz que fracasen los planes de Ajitofel».
Además, Ajitofel le propuso a Absalón lo siguiente: ―Yo escogería doce mil soldados, y esta misma noche saldría en busca de David.
Absalón y todos los israelitas dijeron: ―El plan de Husay el arquita es mejor que el de Ajitofel. Esto sucedió porque el Señor había determinado hacer fracasar el consejo de Ajitofel, aunque era el más acertado, y de ese modo llevar a Absalón a la ruina.
Ajitofel, por su parte, al ver que Absalón no había seguido su consejo, aparejó el asno y se fue a su pueblo. Cuando llegó a su casa, después de arreglar sus asuntos, fue y se ahorcó. Así murió, y fue enterrado en la tumba de su padre.
Y dijo a los mortales: «Temer al Señor: ¡eso es sabiduría! Apartarse del mal: ¡eso es discernimiento!»
Él deshace las maquinaciones de los astutos, para que no prospere la obra de sus manos.
La ley del Señor es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo.
Oye mi voz suplicante, cuando a ti acudo en busca de ayuda, cuando tiendo los brazos hacia tu lugar santísimo.
Las moscas muertas apestan y echan a perder el perfume. Así mismo pesa más una pequeña necedad que la sabiduría y la honra juntas.
«Mi pueblo es necio, no me conoce; son hijos insensatos que no tienen entendimiento. Son hábiles para hacer el mal; no saben hacer el bien».
Los sabios serán avergonzados, serán atrapados y abatidos. Si han rechazado la palabra del Señor, ¿qué sabiduría pueden tener?
Se presentará ante el sacerdote Eleazar, quien mediante el urim consultará al Señor. Cuando Josué ordene ir a la guerra, la comunidad entera saldrá con él y, cuando le ordene volver, volverá.
En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños.
»Pues bien, el patrón elogió al administrador de riquezas mundanas por haber actuado con astucia. Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más astutos que los que han recibido la luz.
El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
David consultó al Señor: ―¿Debo perseguir a esa banda? ¿Los voy a alcanzar? ―Persíguelos —le respondió el Señor—. Vas a alcanzarlos, y rescatarás a los cautivos.