pero al mismo tiempo envió mensajeros por todas las tribus de Israel con este mensaje: «Tan pronto como oigáis el toque de trompeta, exclamad: “¡Absalón reina en Hebrón!”»
2 Reyes 9:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Dicho esto, todos se apresuraron a tender sus mantos sobre los escalones, a los pies de Jehú. Luego tocaron la trompeta y gritaron: «¡Viva el rey Jehú!» Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces cada uno tomó apresuradamente su manto, y lo puso debajo de Jehú en un trono alto, y tocaron corneta, y dijeron: Jehú es rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Enseguida ellos tendieron sus mantos sobre las gradas y tocaron el cuerno de carnero mientras gritaban: «¡Jehú es rey!». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces, sin esperar más, todos pusieron sus mantos sobre una tarima, y tocaron la trompeta diciendo: '¡Jehú es rey!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces cada uno se apresuró a tomar su manto y ponerlo debajo de él en un tramo de la escalera, y dieron soplido al shofar, y exclamaron: ¡Jehú reina! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se apresuraron a tomar cada uno su manto y los pusieron a sus pies sobre las mismas gradas; hicieron tocar las trompetas y gritaron: '¡Jehú es rey!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces se apresuraron y cada uno tomó su ropa y la puso debajo de él, sobre las gradas, y tocaron trompeta, y dijeron: Jehú es rey. |
pero al mismo tiempo envió mensajeros por todas las tribus de Israel con este mensaje: «Tan pronto como oigáis el toque de trompeta, exclamad: “¡Absalón reina en Hebrón!”»
Pregunto esto porque él ha ido hoy a sacrificar una gran cantidad de toros, terneros engordados y ovejas. Además, ha invitado a todos los hijos del rey, a los comandantes del ejército y al sacerdote Abiatar, y allí están todos ellos comiendo y bebiendo, y gritando en su presencia: “¡Viva el rey Adonías!”
para que el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey de Israel. Tocad luego la trompeta, y gritad: “¡Viva el rey Salomón!”
Allí el sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite que estaba en el santuario, y ungió a Salomón. Tocaron entonces la trompeta, y todo el pueblo gritó: «¡Viva el rey Salomón!»
Entonces Joyadá sacó al hijo del rey, le puso la corona y le entregó una copia del pacto. Luego lo ungieron, y todos aplaudieron, gritando: «¡Viva el rey!»
Al ver que el rey estaba de pie junto a la columna, como era la costumbre, y que los capitanes y músicos estaban a su lado, y que toda la gente tocaba alegre las trompetas, Atalía se rasgó las vestiduras y gritó: «¡Traición! ¡Traición!»
―¡Pamplinas! —replicaron—. Dinos la verdad. Jehú admitió: ―Esto es lo que me declaró, palabra por palabra: “Así dice el Señor: ‘Ahora te unjo como rey de Israel’ ”.