Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, Joás, rey de Israel, fue a verlo. Echándose sobre él, lloró y exclamó: ―¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!
2 Reyes 6:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Cuando el rey de Israel los vio, le preguntó a Eliseo: ―¿Los mato, mi señor? ¿Los mato? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío? Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el rey de Israel los vio, gritó a Eliseo: —¿Los mato, padre mío, los mato? Biblia Católica (Latinoamericana) Al verlos, el rey de Israel dijo a Eliseo: '¿Padre mío, debo matarlos?' La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando el rey de Israel los vio, dijo a Eliseo: Padre mío, ¿debo herirlos? ¿Debo herirlos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al verlos, dijo el rey de Israel a Eliseo: '¿Los mato, padre mío?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando los vio el rey de Israel, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío? ¿Los mataré? |
Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, Joás, rey de Israel, fue a verlo. Echándose sobre él, lloró y exclamó: ―¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!
Eliseo, viendo lo que pasaba, se puso a gritar: «¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!» Pero no volvió a verlo. Entonces agarró su ropa y la rasgó en dos.
Entonces sus criados se le acercaron para aconsejarle: «Señor, si el profeta te hubiera mandado hacer algo complicado, ¿no le habrías hecho caso? ¡Con más razón si lo único que te dice es que te zambullas, y así quedarás limpio!»
Jazael fue a ver a Eliseo, y como regalo le llevó un presente de las mejores mercancías de Damasco, cargadas en cuarenta camellos. Cuando llegó, se presentó ante él y le dijo: ―Ben Adad, rey de Siria, tu servidor, me ha enviado para preguntarte si él se va a recuperar de su enfermedad.
Los discípulos que lo rodeaban, al darse cuenta de lo que pasaba, dijeron: ―Señor, ¿atacamos con la espada?
¿Quién encuentra a su enemigo y le perdona la vida? ¡Que el Señor te recompense por lo bien que me has tratado hoy!
y estos le dijeron: ―En verdad, hoy se cumple la promesa que te hizo el Señor cuando te dijo: “Yo pondré a tu enemigo en tus manos, para que hagas con él lo que mejor te parezca”. David se levantó y, sin hacer ruido, cortó el borde del manto de Saúl.
―Hoy ha puesto Dios en tus manos a tu enemigo —le dijo Abisay a David—. Déjame matarlo. De un solo golpe de lanza lo dejaré clavado en el suelo. ¡Y no tendré que rematarlo!