Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




2 Reyes 5:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Entonces sus criados se le acercaron para aconsejarle: «Señor, si el profeta te hubiera mandado hacer algo complicado, ¿no le habrías hecho caso? ¡Con más razón si lo único que te dice es que te zambullas, y así quedarás limpio!»

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sus oficiales trataron de hacerle entrar en razón y le dijeron: «Señor, si el profeta le hubiera pedido que hiciera algo muy difícil, ¿usted no lo habría hecho? Así que en verdad debería obedecerlo cuando sencillamente le dice: “¡Ve, lávate y te curarás!”».

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero sus sirvientes se acercaron y le dijeron: 'Padre mío, si el profeta te hubiera pedido algo difícil ¿no lo habrías hecho? ¿Por qué pues no lo haces cuando tan sólo te dice: Lávate y quedarás sano?' Bajó pues y se sumergió en el Jordán siete veces tal como le había dicho el hombre de Dios. ¡Y después de eso su carne se volvió como la carne de un niñito; estaba sano! '

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero sus siervos se acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te hubiera dicho que hicieras alguna cosa difícil ¿no la cumplirías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Acercáronse a él sus servidores y le dijeron: 'Padre mío, si el profeta te hubiera mandado algo difícil ¿no lo habrías hecho? ¡Cuanto más si te ha dicho: lávate y quedarás limpio!'.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas sus criados se acercaron a él, y le hablaron, diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



2 Reyes 5:13
31 Referans Kwoze  

Después lo invitó a subirse al carro reservado para el segundo en autoridad, y ordenó que gritaran: «¡Inclinaos!» Fue así como el faraón puso a José al frente de todo el territorio de Egipto.


Por otra parte, los funcionarios del rey de Siria le aconsejaron: «Los dioses de los israelitas son dioses de las montañas. Por eso son demasiado fuertes para nosotros. Pero, si peleamos contra ellos en las llanuras, sin duda los venceremos.


Entonces sus funcionarios le dijeron: «Hemos oído decir que los reyes del linaje de Israel son compasivos. Rindámonos ante el rey de Israel y pidámosle perdón. Tal vez te perdone la vida».


Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, Joás, rey de Israel, fue a verlo. Echándose sobre él, lloró y exclamó: ―¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!


Eliseo, viendo lo que pasaba, se puso a gritar: «¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!» Pero no volvió a verlo. Entonces agarró su ropa y la rasgó en dos.


Entonces Eliseo envió un mensajero a que le dijera: «Ve y zambúllete siete veces en el río Jordán; así tu piel sanará, y quedarás limpio».


Un día la muchacha le dijo a su ama: «Ojalá el amo fuera a ver al profeta que hay en Samaria, porque él lo sanaría de su lepra».


Cuando el rey de Israel los vio, le preguntó a Eliseo: ―¿Los mato, mi señor? ¿Los mato?


Jazael fue a ver a Eliseo, y como regalo le llevó un presente de las mejores mercancías de Damasco, cargadas en cuarenta camellos. Cuando llegó, se presentó ante él y le dijo: ―Ben Adad, rey de Siria, tu servidor, me ha enviado para preguntarte si él se va a recuperar de su enfermedad.


Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado.


Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.


¡Lavaos, limpiaos! ¡Apartad de mi vista vuestras obras malvadas! ¡Dejad de hacer el mal!


»El hijo honra a su padre y el siervo, a su señor. Ahora bien, si soy padre, ¿dónde está el honor que merezco? Y, si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe? Yo, el Señor Todopoderoso, os pregunto a vosotros, sacerdotes que despreciáis mi nombre. »Y encima preguntáis: “¿En qué hemos despreciado tu nombre?”


Y no llaméis “padre” a nadie en la tierra, porque tenéis un solo Padre, y él está en el cielo.


―¡No! —protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies! ―Si no te los lavo, no tendrás parte conmigo.


―Ve y lávate en el estanque de Siloé (que significa: Enviado). El ciego fue y se lavó, y al volver ya veía.


Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando su nombre”.


Ya que Dios, en su sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen.


Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos.


De hecho, aunque tuvierais miles de tutores en Cristo, padres sí que no tenéis muchos, porque mediante el evangelio yo fui el padre que os engendró en Cristo Jesús.


él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo,


Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura.


la cual simboliza el bautismo que ahora os salva también a vosotros. El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo,


―Eso tú lo sabes, mi señor —respondí. Él me dijo: ―Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.


Padre mío, mira el borde de tu manto que tengo en la mano. Yo corté este pedazo, pero a ti no te maté. Reconoce que yo no intento hacerte mal ni traicionarte. Tú, sin embargo, me persigues para quitarme la vida, aunque yo no te he hecho ningún agravio.


Pero Saúl se negó a comer. Sin embargo, sus oficiales insistieron al igual que la mujer, y por fin consintió. Se levantó del suelo y tomó asiento.


―Muy bien —dijo Saúl—, vamos. Dicho esto, se dirigieron al pueblo donde vivía el hombre de Dios.