Eliseo fue al manantial y, arrojando allí la sal, exclamó: ―Así dice el Señor: “¡Yo purifico esta agua para que nunca más cause muerte ni esterilidad!”
2 Reyes 5:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Entonces Eliseo envió un mensajero a que le dijera: «Ve y zambúllete siete veces en el río Jordán; así tu piel sanará, y quedarás limpio». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Biblia Nueva Traducción Viviente pero Eliseo le mandó a decir mediante un mensajero: «Ve y lávate siete veces en el río Jordán. Entonces tu piel quedará restaurada, y te sanarás de la lepra». Biblia Católica (Latinoamericana) Eliseo le mandó decir por medio de un mensajero: 'Ve a bañarte siete veces en el Jordán y tu carne será como antes y quedarás saño'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate en el Jordán siete veces, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Eliseo le envió un mensajero a decirle: 'Ve y lávate siete veces en el Jordán; volverá a ti tu carne y quedarás limpio'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. |
Eliseo fue al manantial y, arrojando allí la sal, exclamó: ―Así dice el Señor: “¡Yo purifico esta agua para que nunca más cause muerte ni esterilidad!”
Eliseo se levantó y se puso a caminar de un lado a otro del cuarto, y luego volvió a tenderse sobre el niño. Esto lo hizo siete veces, al cabo de las cuales el niño estornudó y abrió los ojos.
Entonces Eliseo ordenó: ―Traedme harina. Y, después de echar la harina en la olla, dijo: ―Servid a la gente para que coma. Y ya no hubo nada en la olla que les hiciera daño.
Naamán se enfureció y se fue, quejándose: «¡Yo creí que el profeta saldría a recibirme personalmente para invocar el nombre del Señor su Dios, y que con un movimiento de la mano me sanaría de la lepra!
Así que Naamán bajó al Jordán y se sumergió siete veces, según se lo había ordenado el hombre de Dios. ¡Y su piel se volvió como la de un niño, y quedó limpio!
Así que Naamán, con sus caballos y sus carros, fue a la casa de Eliseo y se detuvo ante la puerta.
Moisés se fue de allí y volvió a la casa de Jetro, su suegro. Al llegar le dijo: ―Debo marcharme. Quiero volver a Egipto, donde están mis hermanos de sangre. Voy a ver si todavía viven. ―Anda, pues; que te vaya bien —le contestó Jetro.
pero toda ropa, urdimbre, trama o artículo de piel que al lavarse pierda la mancha, se volverá a lavar, y el objeto quedará puro».
Mojará el índice de la mano derecha en el aceite que tiene en la palma izquierda, y rociará el aceite siete veces ante el Señor.
tomará la madera de cedro, las ramas de hisopo, el paño escarlata y la otra ave viva, y mojará todo esto en la sangre del ave degollada y en el agua de manantial.
Luego rociará siete veces a quien va a ser purificado de la infección, y lo declarará puro. Entonces dejará libre a campo abierto al ave viva.
Después tomará un poco de la sangre del novillo y la rociará con su dedo al costado oriental del propiciatorio; la rociará delante del propiciatorio siete veces.
y con el dedo rociará con sangre el altar siete veces. Así lo santificará y lo purificará de las impurezas de los israelitas.
El hombre ritualmente puro rociará a la persona impura los días tercero y séptimo. Al séptimo día, purificará a la persona impura, la cual lavará sus vestidos y se bañará. Así quedará purificada al anochecer.
Después el sacerdote Eleazar mojará el dedo en la sangre y rociará siete veces en dirección a la Tienda de reunión.
―Ve y lávate en el estanque de Siloé (que significa: Enviado). El ciego fue y se lavó, y al volver ya veía.
Y eso erais algunos de vosotros. Pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
Siete sacerdotes llevarán trompetas hechas de cuernos de carneros, y marcharán frente al arca. El séptimo día marcharéis siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocan las trompetas.