Basá hijo de Ahías, de la tribu de Isacar, conspiró contra Nadab y lo derrotó en la ciudad filistea de Guibetón, a la que Nadab y todo Israel tenían sitiada.
2 Reyes 21:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Los ministros del rey Amón conspiraron contra él y lo asesinaron en su palacio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los siervos de Amón conspiraron contra él, y mataron al rey en su casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Tiempo después, los propios funcionarios de Amón conspiraron contra él y lo asesinaron en su palacio; Biblia Católica (Latinoamericana) Los servidores de Amón conspiraron contra él y asesinaron al rey en su palacio. La Biblia Textual 3a Edicion Y los siervos de Amón conspiraron contra él, y mataron al rey en su propia casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los servidores de Amón conspiraron contra él y dieron muerte al rey en su palacio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los siervos de Amón conspiraron contra él, y mataron al rey en su casa. |
Basá hijo de Ahías, de la tribu de Isacar, conspiró contra Nadab y lo derrotó en la ciudad filistea de Guibetón, a la que Nadab y todo Israel tenían sitiada.
Pero conspiró contra él Zimri, uno de sus funcionarios, que tenía el mando de la mitad de sus carros de combate. Estaba Elá en Tirsá, emborrachándose en la casa de Arsá, administrador de su palacio.
Sus propios ministros conspiraron contra él y lo asesinaron en Bet Miló, camino a Sila.
Como se tramó una conspiración contra él en Jerusalén, Amasías huyó a Laquis; pero lo persiguieron y allí lo mataron.
Uno de sus oficiales, que se llamaba Pécaj hijo de Remalías, conspiró contra él. Apoyado por cincuenta galaaditas, atacó a Pecajías, a Argob y a Arié, en la torre del palacio real en Samaria. Así fue como lo mató y usurpó el trono.
Entonces Oseas hijo de Elá conspiró contra Pécaj hijo de Remalías y lo atacó. Así fue como, en el año veinte de Jotán hijo de Uzías, lo mató y usurpó el trono.
Cuando Ocozías, rey de Judá, vio lo que pasaba, huyó en dirección a Bet Hagán. Pero Jehú lo persiguió, y ordenó: ―¡Matadlo a él también! Y lo hirieron en su carro cuando iba por la cuesta de Gur, cerca de Ibleam, pero logró escapar y llegar a Meguido. Allí murió.