―Has pedido algo difícil —le dijo Elías—, pero, si logras verme cuando me separen de tu lado, te será concedido; de lo contrario, no.
2 Reyes 20:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―Es fácil que la sombra se extienda diez peldaños —replicó Ezequías—, pero no que vuelva atrás. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados; pero no que la sombra vuelva atrás diez grados. Biblia Nueva Traducción Viviente —La sombra siempre se mueve hacia adelante —respondió Ezequías—, así que eso sería fácil. Mejor haz que retroceda diez gradas. Biblia Católica (Latinoamericana) Ezequías le dijo: 'No es difícil para la sombra avanzar diez grados, pero es muy distinto que la sombra retroceda diez'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra avance diez gradas, pero no que la sombra vuelva atrás diez gradas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Ezequías: 'Cosa fácil es que la sombra avance diez grados. No; mejor es que la sombra retroceda diez grados'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados: pero no que la sombra vuelva atrás diez grados. |
―Has pedido algo difícil —le dijo Elías—, pero, si logras verme cuando me separen de tu lado, te será concedido; de lo contrario, no.
Entonces el profeta Isaías invocó al Señor, y el Señor hizo que la sombra retrocediera diez peldaños en la escalinata de Acaz.
Isaías le contestó: ―Esta es la señal que te dará el Señor para confirmar lo que te ha prometido: ¿Quieres que la sombra avance diez peldaños o que retroceda diez?
Esto es poca cosa para el Señor, que además entregará a Moab en vuestras manos.
«No es gran cosa que seas mi siervo, ni que restaures a las tribus de Jacob, ni que hagas volver a los de Israel, a quienes he preservado. Yo te pongo ahora como luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra».
Ciertamente os aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.
Ese día en que el Señor entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le dijo al Señor en presencia de todo el pueblo: «Sol, detente en Gabaón, luna, párate sobre Ayalón».
El sol se detuvo y la luna se paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios. Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el sol se detuvo en el cenit y no se movió de allí casi un día entero.