Los habitantes de Sodoma eran malvados y cometían pecados muy graves contra el Señor.
2 Pedro 2:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Por otra parte, libró al justo Lot, que se hallaba abrumado por la vida desenfrenada de esos perversos, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, Dios también rescató a Lot y lo sacó de Sodoma, porque Lot era un hombre recto que estaba harto de la vergonzosa inmoralidad de la gente perversa que lo rodeaba. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero en cambio salvó a Lot, hombre recto que se sentía profundamente afligido por la conducta desenfrenada de aquella gente viciosa. La Biblia Textual 3a Edicion pero libró al justo Lot, cuando estaba° atormentado por la conducta pervertida de los perversos° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y libró al justo Lot, abrumado por la conducta desenfrenada de aquellos impíos; Biblia Reina Valera Gómez (2023) y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados |
Los habitantes de Sodoma eran malvados y cometían pecados muy graves contra el Señor.
Como Lot titubeaba, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y los sacaron de la ciudad, porque el Señor tuvo compasión de ellos.
Pero date prisa y huye de una vez, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allí. Por eso aquella ciudad recibió el nombre de Zoar.
Así arrasó Dios las ciudades de la llanura, pero se acordó de Abraham y sacó a Lot de en medio de la catástrofe que destruyó las ciudades en que había habitado.
Llamaron a Lot y le dijeron: ―¿Dónde están los hombres que vinieron a pasar la noche en tu casa? ¡Échalos afuera! ¡Queremos acostarnos con ellos!
¡Ay de mí, que soy extranjero en Mésec, que he acampado entre las tiendas de Cedar!
En cuanto a los profetas: Se me parte el corazón en el pecho y se me estremecen los huesos. Por causa del Señor y de sus santas palabras, hasta parezco un borracho, alguien dominado por el vino.
Vosotros no habéis sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podáis aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él os dará también una salida a fin de que podáis resistir.
Pronunciando discursos arrogantes y sin sentido, seducen con los instintos naturales desenfrenados a quienes apenas comienzan a apartarse de los que viven en el error.
Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas, y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad.
Así que vosotros, queridos hermanos, puesto que ya sabéis esto de antemano, manteneos alerta, no sea que, arrastrados por el error de esos libertinos, perdáis la estabilidad y caigáis.
El problema es que se han infiltrado entre vosotros ciertos individuos que desde hace mucho tiempo han estado señalados para condenación. Son impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor.