Todas las copas del rey Salomón y toda la vajilla del palacio «Bosque del Líbano» eran de oro puro. Nada estaba hecho de plata, pues en tiempos de Salomón la plata era poco apreciada.
2 Crónicas 9:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Todas las copas del rey Salomón y toda la vajilla del palacio «Bosque del Líbano» eran de oro puro. Nada estaba hecho de plata, pues en tiempos de Salomón la plata era poco apreciada. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Toda la vajilla del rey Salomón era de oro, y toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano, de oro puro. En los días de Salomón la plata no era apreciada. Biblia Nueva Traducción Viviente Todas las copas del rey Salomón eran de oro macizo, igual que todos los utensilios en el Palacio del Bosque del Líbano. No estaban hechos de plata porque en los tiempos de Salomón la plata no se consideraba de valor. Biblia Católica (Latinoamericana) Todas las copas del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla de la casa 'Bosque del Líbano' era de oro fino. Nada de plata, pues no se estimaba en nada en tiempo del rey Salomón. La Biblia Textual 3a Edicion Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro puro, y todos los objetos de la casa del bosque del Líbano, de oro puro. Nada era de plata, pues en los días de Salomón ésta se consideraba como nada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Toda la vajilla del rey Salomón era de oro, y de oro fino todos los utensilios de la sala 'Bosque del Líbano'. En los días de Salomón no se hacía aprecio de la plata, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Toda la vajilla del rey Salomón era de oro, y toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano, de oro puro. En los días de Salomón la plata no era de estima. |
Todas las copas del rey Salomón y toda la vajilla del palacio «Bosque del Líbano» eran de oro puro. Nada estaba hecho de plata, pues en tiempos de Salomón la plata era poco apreciada.
y doce leones de pie sobre los seis peldaños, uno en cada extremo. En ningún otro reino se había hecho algo semejante.
Cada tres años, la flota comercial del rey, que era tripulada por los oficiales de Hiram, regresaba de Tarsis trayendo oro, plata y marfil, monos y mandriles.
Hizo que en Jerusalén la plata fuera tan común y corriente como las piedras, y el cedro tan abundante como las higueras de la llanura.
En copas de oro de las más variadas formas se servía el vino real, el cual corría a raudales, como era de esperarse del rey.
¡Dejad de confiar en el hombre, que es muy poco lo que vale! ¡Su vida es un soplo nada más!
Volverás a plantar viñedos en las colinas de Samaria, y quienes los planten gozarán de sus frutos
sin embargo, os digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos.