Una vez más los sobrevivientes de la tribu de Judá echarán raíces abajo, y arriba darán fruto.
2 Crónicas 32:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Así salvó el Señor a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de la mano de Senaquerib, rey de Asiria, y de todos sus enemigos, y les dio paz en todas sus fronteras. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo por todos lados. Biblia Nueva Traducción Viviente Así es como el Señor libró a Ezequías y al pueblo de Jerusalén del rey Senaquerib de Asiria y de todos los demás que los amenazaban. Entonces hubo paz por todo el país. Biblia Católica (Latinoamericana) Así salvó Yavé a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de la mano de Senaquerib, rey de Asur, y de la mano de todos sus enemigos, y les dio paz por todos lados. La Biblia Textual 3a Edicion Así salvó YHVH a Ezequías y a los habitantes de Jerusalem de mano de Senaquerib rey de Asiria, y de mano de cualquier otro, y les concedió reposo por todas partes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así salvó Yahveh a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de las manos de Senaquerib, rey de Asiria, y de las manos de todos los demás. Y les dio paz en todas sus fronteras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así Jehová salvó a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib, rey de Asiria, y de las manos de todos; y los condujo por todas partes. |
Una vez más los sobrevivientes de la tribu de Judá echarán raíces abajo, y arriba darán fruto.
Entonces el Señor envió un ángel para que exterminara a todos los soldados y a los jefes y capitanes del campamento del rey de Asiria, y este tuvo que volver avergonzado a su país. Al entrar en el templo de su dios, sus propios hijos lo asesinaron.
Tú das la victoria a los reyes; a tu siervo David lo libras de la cruenta espada.
Porque el Señor es nuestro guía; el Señor es nuestro gobernante. El Señor es nuestro rey: ¡Él nos salvará!
El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.
En cambio, tendré compasión de la tribu de Judá, y la salvaré; pero no por medio de arco, ni de espada ni de batallas, ni tampoco por medio de caballos y jinetes, sino por medio del Señor su Dios».
Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y os anunciará las cosas por venir.
Que el Señor os lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró.
Así libró el Señor a Israel aquel día, y la batalla se extendió más allá de Bet Avén.