Sin embargo, Abisay hijo de Sarvia fue en su ayuda e hirió al filisteo y lo mató. Allí los soldados de David le hicieron este juramento: «Nunca más saldrás con nosotros a la batalla, no sea que alguien te mate y se apague la lámpara de Israel».
2 Crónicas 21:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Pero el Señor no quiso destruir la dinastía de David por consideración al pacto que había hecho con él, pues le había prometido mantener encendida para siempre una lámpara para él y sus descendientes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas Jehová no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había dicho que le daría lámpara a él y a sus hijos perpetuamente. Biblia Nueva Traducción Viviente No obstante, el Señor no quiso destruir la dinastía de David, porque había hecho un pacto con David y le había prometido que sus descendientes seguirían gobernando, brillando como una lámpara por siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Yavé no quiso destruir la descendencia de David, a causa de la alianza que había hecho con David, cuando le prometió que le guardaría siempre una lámpara a él y a sus hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH no quiso destruir la casa de David a causa del pacto que había concertado con David, y de conformidad con su promesa, que le daría una lámpara a él y a sus hijos para siempre.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No obstante, Yahveh no quiso destruir la casa de David por causa de la alianza que había pactado con David, puesto que le había prometido darle para siempre una lámpara, a él y a sus hijos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Jehová no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había dicho que le daría una lámpara a él y a sus hijos perpetuamente. |
Sin embargo, Abisay hijo de Sarvia fue en su ayuda e hirió al filisteo y lo mató. Allí los soldados de David le hicieron este juramento: «Nunca más saldrás con nosotros a la batalla, no sea que alguien te mate y se apague la lámpara de Israel».
»Dios ha establecido mi casa; ha hecho conmigo un pacto eterno, bien reglamentado y seguro. Dios hará que brote mi salvación y que se cumpla todo mi deseo.
Y a este, también por consideración a mi siervo David y a Jerusalén, no le quitaré todo el reino, sino que le dejaré una sola tribu, la cual ya he escogido».
Pero a su hijo le dejaré una sola tribu, para que en Jerusalén, la ciudad donde decidí habitar, la lámpara de mi siervo David se mantenga siempre encendida delante de mí.
No obstante, por consideración a David, el Señor su Dios mantuvo la lámpara de David encendida en Jerusalén, dándole un hijo que le sucediera, para fortalecer así a Jerusalén.
Pero el Señor no quiso destruir a Judá, por consideración a su siervo David, pues le había prometido mantener encendida para siempre una lámpara para él y sus descendientes.
Cuando murió, fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David. Y su hijo Ocozías le sucedió en el trono.
Pero Josaba, que era hija del rey y esposa del sacerdote Joyadá, raptó a Joás hijo de Ocozías cuando los príncipes estaban a punto de ser asesinados. Metiéndolo en un dormitorio con su nodriza, logró esconderlo de Atalía, de modo que no lo mataron. Hizo esto porque era la hermana de Ocozías.
Allí, toda la asamblea reunida en el templo de Dios hizo un pacto con el rey. Joyadá les dijo: «Aquí tenéis al hijo del rey. Él es quien debe reinar, tal como lo prometió el Señor a los descendientes de David.
»Y ahora, Señor, Dios de Israel, cumple también la promesa que le hiciste a tu siervo, mi padre David, cuando le dijiste: “Si tus hijos observan una buena conducta, viviendo de acuerdo con mi ley como tú lo has hecho, nunca te faltará un descendiente que ocupe el trono de Israel en mi presencia”.
El Señor le ha hecho a David un firme juramento que no revocará: «A uno de tus propios descendientes lo pondré en tu trono.
Has revocado el pacto con tu siervo; has arrastrado por los suelos su corona.
para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz».