y su territorio se extendió desde Sidón hasta Guerar y Gaza, y en dirección de Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboyín, hasta Lasa.
2 Crónicas 14:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 El Señor derrotó a los cusitas cuando estos lucharon contra Asá y Judá. Los cusitas huyeron, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor derrotó a los etíopes en presencia de Asa y del ejército de Judá, y el enemigo huyó. Biblia Católica (Latinoamericana) Asá y la gente que estaba con él los persiguieron hasta Guerar y cayeron de los etíopes hasta no quedar uno vivo, pues fueron destrozados delante de Yavé y su campamento; y se recogió un botín inmenso. La Biblia Textual 3a Edicion Y YHVH derrotó a los etíopes delante Asa y de Judá, y los etíopes huyeron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Asá y su ejército los persiguieron hasta Guerar. Cayeron tantos etíopes que no quedó uno vivo, porque quedaron exterminados ante Yahveh y su ejército. Y se llevaron un grandísimo botín. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes. |
y su territorio se extendió desde Sidón hasta Guerar y Gaza, y en dirección de Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboyín, hasta Lasa.
Se apoderaron de su ganado (cincuenta mil camellos, doscientas cincuenta mil ovejas y dos mil asnos) y capturaron a cien mil personas,
Con mil doscientos carros de combate, sesenta mil jinetes y una innumerable multitud de libios, suquíes y cusitas procedentes de Egipto,
En el momento en que los de Judá lanzaron el grito de guerra, Dios derrotó a Jeroboán y a los israelitas, dándoles la victoria a Abías y Judá.
Ese día ofrecieron al Señor setecientos bueyes y siete mil ovejas del botín que habían tomado.
Tan pronto como empezaron a entonar este cántico de alabanza, el Señor puso emboscadas contra los amonitas, los moabitas y los del monte de Seír que habían venido contra Judá, y los derrotó.
Precisamente el día en que se cumplían los cuatrocientos treinta años, todos los escuadrones del Señor salieron de Egipto.
Ese mismo día, el Señor sacó de Egipto a los israelitas, escuadrón por escuadrón.
hizo que las ruedas de sus carros se atascaran, de modo que se les hacía muy difícil avanzar. Entonces exclamaron los egipcios: «¡Alejémonos de los israelitas, pues el Señor está peleando por ellos y contra nosotros!»
«Israelitas, ¿acaso vosotros no me sois como cusitas? ¿Acaso no saqué de Egipto a Israel, de Creta a los filisteos y de Quir a los sirios? —afirma el Señor—.
¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire.
»El Señor te concederá la victoria sobre tus enemigos. Avanzarán contra ti en perfecta formación, pero huirán en desbandada.
»”¡Ved ahora que yo soy único! No hay otro Dios fuera de mí. Yo doy la muerte y devuelvo la vida, causo heridas y doy sanidad. Nadie puede librarse de mi poder.
A su vez, el Señor llenó de pánico a los amorreos ante la presencia del ejército israelita, y este les infligió una tremenda derrota en Gabaón. A los que huyeron los persiguieron por el camino de Bet Jorón, y acabaron con ellos por toda la vía que va a Azeca y Maquedá.