2 Corintios 11:29 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Cuando alguien se siente débil, ¿no comparto yo su debilidad? Y, cuando a alguien se le hace tropezar, ¿no ardo yo de indignación? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Quién está débil sin que yo no sienta esa misma debilidad? ¿Quién se ha dejado llevar por mal camino sin que yo arda de enojo? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Quién vacila que yo no vacile con él? ¿Quién se viene abajo sin que un fuego me devore? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿Quién es inducido a pecar, y yo no me quemo de angustia? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Quién desfallece, sin que yo desfallezca? ¿Quién sufre un escándalo, sin que yo no me abrase? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace caer, y yo no me enfurezco? |
Sus discípulos se acordaron de que está escrito: «El celo por tu casa me consumirá».
Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada.
¿Acaso no tenéis casas donde comer y beber? ¿O es que menospreciáis a la iglesia de Dios y queréis avergonzar a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Voy a elogiaros por esto? ¡Claro que no!
Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y, si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él.
Por lo tanto, si mi comida ocasiona la caída de mi hermano, no comeré carne jamás, para no hacerle caer en pecado.
Sin embargo, tened cuidado de que su libertad no se convierta en motivo de tropiezo para los débiles.
Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles.
De hecho, nos alegramos cuando nosotros somos débiles y vosotros fuertes; y oramos a Dios para que os restaure plenamente.
Cuando vi que no actuaban rectamente, como corresponde a la integridad del evangelio, le dije a Pedro delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los gentiles a practicar el judaísmo?
Ayudaos unos a otros a llevar las cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo.
Conozco tus obras, tu duro trabajo y tu perseverancia. Sé que no puedes soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a los que dicen ser apóstoles, pero no lo son; y has descubierto que son falsos.
Sin embargo, tengo en tu contra que toleras a Jezabel, esa mujer que dice ser profetisa. Con su enseñanza engaña a mis siervos, pues los induce a cometer inmoralidades sexuales y a comer alimentos sacrificados a los ídolos.