Pero, si no es así, lleva contigo a uno o dos más, para que “todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos”.
1 Timoteo 5:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 No admitas ninguna acusación contra un anciano, a no ser que esté respaldada por dos o tres testigos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. Biblia Nueva Traducción Viviente No escuches ninguna acusación contra un anciano, a menos que haya dos o tres testigos que la confirmen. Biblia Católica (Latinoamericana) No aceptes acusaciones contra un presbítero si no son presentadas al menos por dos o tres testigos. La Biblia Textual 3a Edicion Contra un anciano no aceptes acusación, excepto en presencia de dos o tres testigos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No admitas querellas contra un presbítero que no estén apoyadas en el testimonio de dos o tres testigos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Contra un anciano no recibas acusación sino ante dos o tres testigos. |
Pero, si no es así, lleva contigo a uno o dos más, para que “todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos”.
Así que Pilato salió a interrogarlos: ―¿De qué delito acusáis a este hombre?
Así lo hicieron, mandando su ofrenda a los ancianos por medio de Bernabé y de Saulo.
Les respondí que no es costumbre de los romanos entregar a ninguna persona sin antes concederle al acusado un careo con sus acusadores, y darle la oportunidad de defenderse de los cargos.
Esta será la tercera vez que os visito. «Todo asunto se resolverá mediante el testimonio de dos o tres testigos».
Por el testimonio de dos o tres testigos se podrá condenar a muerte a una persona, pero nunca por el testimonio de uno solo.
»Un solo testigo no bastará para condenar a un hombre acusado de cometer algún crimen o delito. Todo asunto se resolverá mediante el testimonio de dos o tres testigos.
Ejercita el don que recibiste mediante profecía, cuando los ancianos te impusieron las manos.
Los ancianos que dirigen bien los asuntos de la iglesia son dignos de doble honor, especialmente los que dedican sus esfuerzos a la predicación y a la enseñanza.
El anciano debe ser intachable, esposo de una sola mujer; sus hijos deben ser creyentes, libres de sospecha de libertinaje o de desobediencia.
Cualquiera que rechazaba la ley de Moisés moría irremediablemente por el testimonio de dos o tres testigos.