Os escribo a todos vosotros, los amados de Dios que estáis en Roma, que habéis sido llamados a ser santos. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz.
1 Tesalonicenses 1:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Hermanos amados de Dios, sabemos que él os ha escogido, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; Biblia Nueva Traducción Viviente Sabemos, amados hermanos, que Dios los ama y los ha elegido para que sean su pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) No olvidamos, hermanos amados por Dios, en qué circunstancias fueron llamados. La Biblia Textual 3a Edicion sabiendo, hermanos amados por Dios, vuestra elección; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bien sabemos, hermanos, amados de Dios, que él os ha elegido; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Sabiendo, hermanos amados de Dios, vuestra elección; |
Os escribo a todos vosotros, los amados de Dios que estáis en Roma, que habéis sido llamados a ser santos. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz.
Así lo dice Dios en el libro de Oseas: «Llamaré “mi pueblo” a los que no son mi pueblo; y llamaré “mi amada” a la que no es mi amada»,
Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia,
Os recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de la obra realizada por vuestra fe, el trabajo motivado por vuestro amor y la constancia sostenida por vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
Nosotros, en cambio, siempre debemos dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque desde el principio Dios os escogió para ser salvos, mediante la obra santificadora del Espíritu y la fe que tenéis en la verdad.
según la previsión de Dios el Padre, mediante la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser redimidos por su sangre: Que abunden en vosotros la gracia y la paz.
Por lo tanto, hermanos, esforzaos más todavía para consolidar el llamamiento de Dios, que fue quien os eligió. Si hacéis estas cosas, no caeréis jamás