A la mujer le dijo: «Multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a tus hijos con dolor. Desearás a tu marido, y él te dominará».
1 Samuel 4:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Su nuera, la esposa de Finés, estaba embarazada y próxima a dar a luz. Cuando supo que el arca de Dios había sido capturada, y que tanto su suegro como su esposo habían muerto, le vinieron los dolores de parto y tuvo un alumbramiento muy difícil. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y su nuera la mujer de Finees, que estaba encinta, cercana al alumbramiento, oyendo el rumor que el arca de Dios había sido tomada, y muertos su suegro y su marido, se inclinó y dio a luz; porque le sobrevinieron sus dolores de repente. Biblia Nueva Traducción Viviente La nuera de Elí, esposa de Finees, estaba embarazada y próxima a dar a luz. Cuando se enteró de que habían capturado el arca de Dios y que su suegro y su esposo habían muerto, entró en trabajo de parto y dio a luz. Biblia Católica (Latinoamericana) Su nuera, la mujer de Finjas, estaba embarazada y a punto de dar a luz. Al saber la captura del arca de Dios, la muerte de su suegro y de su marido, le vinieron los dolores, se puso en cuclillas y dio a luz. La Biblia Textual 3a Edicion Y su nuera, la mujer de Finees, que estaba encinta y cercana al parto, al escuchar la noticia de que el Arca de Dios había sido tomada, y que su suegro y su marido habían muerto, se agachó, pues los dolores la habían acometido, y dio a luz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Su nuera, la mujer de Pinjás, estaba encinta y para dar a luz. Cuando oyó las noticias de la captura del arca de Dios, de la muerte de su suegro y de su marido, se encorvó y dio a luz, pues le sobrevinieron los dolores del parto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y su nuera, la esposa de Finees, que estaba encinta y cercana a dar a luz, al oír la noticia de que el arca de Dios había sido tomada, y que su suegro y su marido habían muerto, se inclinó y dio a luz; porque le sobrevinieron sus dolores. |
A la mujer le dijo: «Multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a tus hijos con dolor. Desearás a tu marido, y él te dominará».
En el momento más difícil del parto, la partera le dijo: «¡No temas; estás por tener otro varón!»
a filo de espada cayeron sus sacerdotes, y sus viudas no pudieron hacerles duelo.
entonces haré con esta casa lo mismo que hice con Siló: ¡Haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra!’ ”»
Solamente de oír mencionar el arca de Dios, Elí se fue de espaldas, cayéndose de la silla junto a la puerta. Como era viejo y pesaba mucho, se rompió la nuca y murió. Durante cuarenta años había dirigido al pueblo de Israel.
Al verla agonizante, las parteras que la atendían le dijeron: «Anímate, que has dado a luz un niño». Ella no respondió; ni siquiera les hizo caso.