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1 Samuel 30:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Habíamos invadido la región sur de los quereteos, de Judá y de Caleb; también incendiamos Siclag.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

pues hicimos una incursión a la parte del Neguev que es de los cereteos, y de Judá, y al Neguev de Caleb; y pusimos fuego a Siclag.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Regresábamos de asaltar a los cereteos en el Neguev, el territorio de Judá y la tierra de Caleb, y acabábamos de incendiar Siclag.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Nosotros habíamos hecho una incursión por el Negueb de los quereteos, por el Negueb de Judá y por el Negueb de Caleb; además incendiamos Siclag.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Nosotros hicimos una incursión al sur de los cereteos, y sobre lo que pertenece a Judá, y por el sur de Caleb, y prendimos fuego a Siclag.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Habíamos hecho una incursión por el Negueb de los quereteos, por el de Judá y por el de Caleb, y prendimos fuego a Sicelag'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Hicimos una incursión en la parte del sur de los cereteos, y en Judá, y en el sur de Caleb; y pusimos fuego a Siclag.

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Lòt tradiksyon



1 Samuel 30:14
14 Referans Kwoze  

Benaías hijo de Joyadá estaba al mando de los soldados quereteos y peleteos, y los hijos de David eran ministros.


El sacerdote Sadoc, el profeta Natán y Benaías hijo de Joyadá, y los quereteos y los peleteos, montaron a Salomón en la mula del rey David y lo escoltaron mientras bajaban hasta Guijón.


También ha ordenado que el sacerdote Sadoc, el profeta Natán y Benaías hijo de Joyadá, con los quereteos y los peleteos, monten a Salomón en la mula del rey.


Benaías hijo de Joyadá estaba al mando de los soldados quereteos y peleteos, y los hijos de David ocupaban los principales puestos junto al rey.


Por eso, así dice el Señor omnipotente: Extenderé mi mano contra los filisteos. Exterminaré a los quereteos, y destruiré a los que aún quedan en la costa del mar.


¡Ay de la nación queretea que habita a la orilla del mar! La palabra del Señor es contra ti, Canaán, tierra de los filisteos: «Te aniquilaré hasta no dejar en ti habitante».


Entonces Josué bendijo a Caleb y le dio por herencia el territorio de Hebrón.


De acuerdo con lo ordenado por el Señor, Josué le dio a Caleb hijo de Jefone una porción del territorio asignado a Judá. Esa porción es Quiriat Arbá, es decir, Hebrón (Arbá fue un ancestro de los anaquitas).


Pero las aldeas y los campos adyacentes a Hebrón no se asignaron a ningún levita, pues ya se habían asignado a Caleb hijo de Jefone.


Se llamaba Nabal y pertenecía a la familia de Caleb. Su esposa, Abigaíl, era una mujer bella e inteligente; Nabal, por el contrario, era insolente y de mala conducta.


Al tercer día, David y sus hombres llegaron a Siclag, pero se encontraron con que los amalecitas habían invadido la región del Néguev y que, después de atacar e incendiar Siclag,


―¿A quién perteneces? —le preguntó David—. ¿De dónde vienes? ―Soy egipcio —le respondió—, esclavo de un amalecita. Hace tres días caí enfermo, y mi amo me abandonó.


―Guíanos adonde están esos bandidos —le dijo David. ―Júrame tú por Dios —suplicó el egipcio— que no me matarás ni me entregarás a mi amo. Con esa condición, te llevo adonde está la banda.


El egipcio los guio hasta los amalecitas, los cuales estaban dispersos por todo el campo, comiendo, bebiendo y festejando el gran botín que habían conseguido en el territorio filisteo y en el de Judá.