Todos sus oficiales se pusieron a su lado. Entonces los quereteos y los peleteos, y seiscientos guititas que lo habían seguido desde Gat, desfilaron ante el rey.
1 Samuel 23:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Entonces David y sus hombres, que eran como seiscientos, se fueron de Queilá y anduvieron de un lugar a otro. Cuando le contaron a Saúl que David se había ido de Queilá, decidió suspender la campaña. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino a Saúl la nueva de que David se había escapado de Keila, y desistió de salir. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David y sus hombres —ahora cerca de seiscientos— salieron de Keila y comenzaron a deambular por toda la región. Pronto llegó la noticia a Saúl de que David había escapado, por lo que decidió no ir a Keila. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces David se levantó junto con sus hombres, que eran más o menos unos seiscientos, salieron de Queila y anduvieron errantes.
Cuando Saúl supo que David había huido de Queila, desistió de su expedición. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces David se levantó con su gente (unos seiscientos hombres) y salieron de Keila, y fueron a dondequiera que pudieron irse. Y fue dado aviso a Saúl que David había escapado de Keila, por lo que desistió de salir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces David partió con sus hombres, que eran unos seiscientos, y, saliendo de Queilá, caminaban sin rumbo fijo. Cuando Saúl se enteró de que David había huido de Queilá, suspendió la expedición. Biblia Reina Valera Gómez (2023) David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino la nueva a Saúl de que David se había escapado de Keila; y desistió de perseguirlo. |
Todos sus oficiales se pusieron a su lado. Entonces los quereteos y los peleteos, y seiscientos guititas que lo habían seguido desde Gat, desfilaron ante el rey.
¿Cómo voy a dejar que nos acompañes, si acabas de llegar y ni yo mismo sé a dónde vamos? Regresa y llévate a tus paisanos. ¡Y que el amor y la fidelidad de Dios te acompañen!
Él deshace las maquinaciones de los astutos, para que no prospere la obra de sus manos.
Radiantes están los que a él acuden; jamás su rostro se cubre de vergüenza.
Además, se le unieron muchos otros que estaban en apuros, cargados de deudas o amargados. Así, David llegó a tener bajo su mando a unos cuatrocientos hombres.
Entonces David les ordenó: «¡Ceñíos todos la espada!» Y todos, incluso él, se la ciñeron. Acompañaron a David unos cuatrocientos hombres, mientras que otros doscientos se quedaron cuidando el bagaje.