Yo te ruego que no te olvides de mí. Por favor, cuando todo se haya arreglado, háblale tú de mí al faraón para que me saque de esta cárcel.
1 Samuel 20:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ¡Nunca dejes de ser bondadoso con mi familia, aun cuando el Señor borre de la faz de la tierra a todos tus enemigos! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre. Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David. Biblia Nueva Traducción Viviente trata a mi familia con este fiel amor, aun cuando el Señor elimine a todos tus enemigos de la faz de la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) No apartes jamás tu benevolencia de mi familia cuando Yavé haya exterminado a tus enemigos de la superficie de la tierra. La Biblia Textual 3a Edicion no apartes jamás tu misericordia de mi casa, ni siquiera cuando YHVH haya destruido a cada uno de los enemigos de David de la faz de la tierra, Biblia Serafín de Ausejo 1975 no retires jamás tu clemencia de mi casa, ni siquiera cuando extermine Yahveh a los enemigos de David de la haz de la tierra y Yahveh pida cuentas a los enemigos de David, Biblia Reina Valera Gómez (2023) y no quitarás tu misericordia de mi casa, para siempre; ni cuando Jehová haya cortado uno por uno a los enemigos de David de la tierra. |
Yo te ruego que no te olvides de mí. Por favor, cuando todo se haya arreglado, háblale tú de mí al faraón para que me saque de esta cárcel.
Sin embargo, por el juramento que David y Jonatán se habían hecho en presencia del Señor, el rey tuvo compasión de Mefiboset, que era hijo de Jonatán y nieto de Saúl.
Y, si todavía estoy vivo cuando el Señor te muestre su bondad, te pido que también tú seas bondadoso conmigo y no dejes que me maten.
¡Que el Señor sea siempre testigo del juramento que tú y yo nos hemos hecho!
«Puedes irte tranquilo —le dijo Jonatán a David—, pues los dos hemos hecho un juramento eterno en nombre del Señor, pidiéndole que juzgue entre tú y yo, y entre tus descendientes y los míos». Así que David se fue, y Jonatán regresó a la ciudad.
Júrame entonces, por el Señor, que no exterminarás mi descendencia ni borrarás el nombre de mi familia.