Ha sacrificado una gran cantidad de toros, terneros engordados y ovejas, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, general del ejército; sin embargo, no invitó a Salomón, que es un fiel servidor de mi señor el rey.
1 Samuel 2:33 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Si permito que alguno de los tuyos continúe sirviendo en mi altar, será para arruinarte la vista y abatirte la vida; todos tus descendientes morirán en la flor de la vida. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril. Biblia Nueva Traducción Viviente Los pocos que no sean excluidos de servir en mi altar sobrevivirán, pero solamente para que sus ojos queden ciegos y se les rompa el corazón, y sus hijos morirán de muerte violenta. Biblia Católica (Latinoamericana) Haré que permanezca siempre cerca de mi altar uno de tus descendientes para que lo vean sus ojos y sea humillado, pero todos los demás que nazcan en tu casa perecerán por la espada de los hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Y el varón de los tuyos que Yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y entristecer tu alma, y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No apartaré totalmente a todos los tuyos de junto a mi altar, para que sus ojos se consuman y su alma desfallezca, pero la mayor parte de los tuyos morirá por la espada de los hombres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y toda la cría de tu casa morirá en la edad viril. |
Ha sacrificado una gran cantidad de toros, terneros engordados y ovejas, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, general del ejército; sin embargo, no invitó a Salomón, que es un fiel servidor de mi señor el rey.
Adonías se confabuló con Joab hijo de Sarvia y con el sacerdote Abiatar, y estos le dieron su apoyo.
entonces yo mismo os castigaré con un terror repentino, con enfermedades y con fiebre que os debilitarán, os harán perder la vista y acabarán con vuestra vida. En vano sembraréis vuestra semilla, porque se la comerán vuestros enemigos.
Mirarás con envidia el bien que se le hará a Israel, y ninguno de tus descendientes llegará a viejo.
Así que el rey le ordenó a Doeg: ―¡Pues mátalos tú! Entonces Doeg el edomita se lanzó contra ellos y los mató. Aquel día mató a ochenta y cinco hombres que tenían puesto el efod de lino.