Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




1 Samuel 17:33 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

―¡Cómo vas a pelear tú solo contra este filisteo! —replicó Saúl—. No eres más que un muchacho, mientras que él ha sido un guerrero toda la vida.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

—¡No seas ridículo! —respondió Saúl—. ¡No hay forma de que tú puedas pelear contra ese filisteo y ganarle! Eres tan solo un muchacho, y él ha sido un hombre de guerra desde su juventud.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero Saúl dijo a David: 'Tú no podrás pelear con él, eres sólo un niño y él en cambio es un hombre que pelea desde su juventud'.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero Saúl respondió a David: No podrás ir contra ese filisteo para pelear contra él, porque tú eres un muchacho, y él es hombre de guerra desde su juventud.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Respondió Saúl a David: 'Tú no podrás ir a combatir contra ese filisteo, porque tú eres un niño, mientras que él es un hombre de guerra desde la juventud'.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres un joven, y él es un hombre de guerra desde su juventud.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



1 Samuel 17:33
7 Referans Kwoze  

En el Señor hallo refugio. ¿Cómo, pues, os atrevéis a decirme: «Huye al monte, como las aves»?


Pero los que habían ido con él respondieron: ―No podremos combatir contra esa gente. ¡Son más fuertes que nosotros!


Esa gente es poderosa y de gran estatura; ¡son los anaquitas! Tú ya los conoces y sabes que de ellos se dice: “¿Quién puede oponerse a los descendientes de Anac?”


y adoraba al dragón porque había dado su autoridad a la bestia. También adoraban a la bestia y decían: «¿Quién como la bestia? ¿Quién puede combatirla?»


David le respondió: ―A mí me toca cuidar el rebaño de mi padre. Cuando un león o un oso viene y se lleva una oveja del rebaño,


Le echó una mirada a David y, al darse cuenta de que era apenas un muchacho, trigueño y buen mozo, con desprecio


―Averíguame quién es —le había dicho el rey.