Tal como el Señor lo había dicho, se ocupó de Sara y cumplió con la promesa que le había hecho.
1 Samuel 1:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Al día siguiente madrugaron y, después de adorar al Señor, volvieron a su casa en Ramá. Luego Elcaná se unió a su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella. Biblia Nueva Traducción Viviente Temprano a la mañana siguiente, la familia se levantó y una vez más fue a adorar al Señor. Después regresaron a su casa en Ramá. Ahora bien, cuando Elcana se acostó con Ana, el Señor se acordó de la súplica de ella, Biblia Católica (Latinoamericana) Se levantó muy temprano y después de haberse postrado ante Yavé, emprendieron el regreso a su casa de Ramá. La Biblia Textual 3a Edicion Por la mañana madrugaron y se postraron delante de YHVH; luego regresaron y llegaron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció° a Ana su mujer, y YHVH se acordó de ella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se levantaron de madrugada y, después de haber adorado a Yahveh, volvieron y se fueron a su casa de Ramá. Elcaná conoció a Ana su mujer, y Yahveh se acordó de ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y se volvieron, y vinieron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció a Ana su esposa, y Jehová se acordó de ella. |
Tal como el Señor lo había dicho, se ocupó de Sara y cumplió con la promesa que le había hecho.
Pero Dios también se acordó de Raquel; la escuchó y le quitó la esterilidad.
El hombre se unió a su mujer Eva, y ella concibió y dio a luz a Caín. Y dijo: «¡Con la ayuda del Señor, he tenido un hijo varón!»
Dios se acordó entonces de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el arca. Hizo que soplara un fuerte viento sobre la tierra, y las aguas comenzaron a bajar.
En efecto, la mujer quedó embarazada. Y al año siguiente, por esa misma fecha, dio a luz un hijo, tal como Eliseo se lo había dicho.
Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza.
Al que nunca nos olvida, aunque estemos humillados; su gran amor perdura para siempre.
olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, Señor, eres bueno.
Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo esperando tu respuesta.
Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar.
En la sierra de Efraín había un hombre zufita de Ramatayin. Su nombre era Elcaná hijo de Jeroán, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efraimita.
Entonces hizo este voto: «Señor Todopoderoso, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya, y si en vez de olvidarme te acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida, y nunca se le cortará el cabello».
Luego regresó a Ramá, mientras que Saúl se fue a su casa en Guibeá de Saúl.
Samuel tomó el cuerno de aceite y ungió al joven en presencia de sus hermanos. Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre David, y desde ese día estuvo con él. Luego Samuel regresó a Ramá.
Después de huir y ponerse a salvo, David fue a Ramá para ver a Samuel y contarle todo lo que Saúl le había hecho. Entonces los dos se fueron a vivir a Nayot.
Elcaná volvió a su casa en Ramá, pero el niño se quedó para servir al Señor, bajo el cuidado del sacerdote Elí.
Samuel murió, y fue enterrado en Ramá, donde había vivido. Todo Israel se reunió para hacer duelo por él. Después de eso David bajó al desierto de Maón.
Luego regresaba a Ramá, donde residía, y desde allí gobernaba a Israel. También allí erigió un altar al Señor.
Por eso se reunieron los ancianos de Israel y fueron a Ramá para hablar con Samuel.
Al amanecer, a la hora de levantarse, Samuel habló con Saúl en ese mismo lugar: ―¡Levántate! —le dijo—; ya debes partir. Saúl se levantó, y salieron de la casa juntos.