Sin embargo, no serás tú quien me lo construya, sino un hijo de tus entrañas; él será quien construya el templo en mi honor”.
1 Reyes 5:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 «Tú bien sabes que, debido a las guerras en que mi padre David se vio envuelto, no le fue posible construir un templo en honor del Señor su Dios. Tuvo que esperar hasta que el Señor sometiera a sus enemigos bajo su dominio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tú sabes que mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le rodearon, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies. Biblia Nueva Traducción Viviente «Tú sabes que mi padre, David, no pudo construir un templo para honrar el nombre del Señor su Dios, debido a la cantidad de guerras que le hicieron las naciones vecinas. No podía construir hasta que el Señor le diera la victoria sobre todos sus enemigos. La Biblia Textual 3a Edicion Tú sabes que debido a las guerras que lo rodearon, mi padre David no pudo edificar una Casa al nombre de YHVH su Dios, hasta que YHVH puso a sus enemigos bajo las plantas de sus pies. Biblia Serafín de Ausejo 1975 diez bueyes cebados y veinte de pasto, cien ovejas, sin contar ciervos, gacelas, gamos y aves cebadas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tú sabes cómo mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le rodearon, hasta que Jehová puso a sus enemigos bajo las plantas de sus pies. |
Sin embargo, no serás tú quien me lo construya, sino un hijo de tus entrañas; él será quien construya el templo en mi honor”.
Pero el Señor me dijo: “Ante mis propios ojos has derramado mucha sangre y has hecho muchas guerras en la tierra; por eso no serás tú quien me construya un templo.
Puesto de pie, el rey David dijo: «Hermanos de mi pueblo, escuchadme. Yo tenía el propósito de construir un templo para que en él reposara el arca del pacto del Señor nuestro Dios y sirviera como estrado de sus pies. Ya tenía todo listo para construirlo
cuando Dios me dijo: “Tú no me construirás ningún templo, porque eres hombre de guerra y has derramado sangre”.
A mi mesa se sentaban ciento cincuenta hombres, entre judíos y oficiales, sin contar a los que llegaban de países vecinos.
Era tarea de todos los días preparar un buey, seis ovejas escogidas y algunas aves; y cada diez días se traía vino en abundancia. Pero nunca utilicé el impuesto que me correspondía como gobernador, porque ya el pueblo tenía una carga muy pesada.
Así dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies».
lo entronizaste sobre la obra de tus manos, ¡todo lo sometiste a su dominio!
El día que yo actúe, pisotearéis a los malvados, y bajo vuestros pies quedarán hechos polvo —dice el Señor Todopoderoso—.
Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies.
Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia.
el ciervo, la gacela, el venado, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés.
Cuando se los trajeron, Josué convocó a todo el ejército israelita y les ordenó a todos los comandantes que lo habían acompañado: «Acercaos y pisadles el cuello a estos reyes». Los comandantes obedecieron al instante.