En aquel día el Señor hizo un pacto con Abram. Le dijo: ―A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el Éufrates.
1 Reyes 5:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 El rey Hiram de Tiro siempre había tenido buenas relaciones con David, así que, al saber que Salomón había sido ungido para suceder en el trono a su padre David, le mandó una embajada. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Hiram rey de Tiro envió también sus siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre; porque Hiram siempre había amado a David. Biblia Nueva Traducción Viviente Hiram, rey de Tiro, siempre había sido un amigo fiel del rey David. Cuando Hiram se enteró de que Salomón, hijo del rey David, era el nuevo rey de Israel, envió embajadores a felicitarlo. Biblia Católica (Latinoamericana) Salomón extendió su autoridad sobre todos los reinos, desde el Río hasta el territorio de los filisteos y hasta la frontera con Egipto. Todos esos pueblos estaban sometidos a Salomón y le entregaban su tributo. La Biblia Textual 3a Edicion °Hiram, rey de Tiro, también envió sus embajadores a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido rey en lugar de su padre, pues Hiram siempre había apreciado a David. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dominaba Salomón sobre todos los reinos, desde el Río hasta el país de los filisteos y los confines de Egipto: todos le pagaban tributo y le estaban sometidos durante todo el tiempo que vivió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hiram, rey de Tiro, envió también sus siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre; porque Hiram siempre había amado a David. |
En aquel día el Señor hizo un pacto con Abram. Le dijo: ―A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el Éufrates.
Hiram, rey de Tiro, envió una embajada a David, y también le envió madera de cedro, carpinteros y canteros, para construirle un palacio.
Como Tou también era enemigo de Hadad Ezer, envió a su hijo Jorán a desearle bienestar al rey David y a felicitarlo por haber derrotado a Hadad Ezer en batalla. Jorán llevó consigo objetos de plata, de oro y de bronce,
y año tras año le llevaban regalos: artículos de plata y de oro, vestidos, armas y perfumes, y caballos y mulas.
Así que Hiram le proveía a Salomón toda la madera de cedro y de pino que este deseaba,
El rey Salomón impuso trabajo forzado y reclutó a treinta mil obreros de todo Israel.
Hiram, rey de Tiro, envió a David una embajada que le llevó madera de cedro, albañiles y carpinteros para construirle un palacio.
Aun algunos filisteos le llevaron a Josafat, como tributo, regalos y plata. Los árabes también le llevaron siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.
Luego le envió este mensaje a Hiram, rey de Tiro: «Envíame madera de cedro, tal como lo hiciste con mi padre David cuando se la enviaste para que se construyera un palacio.
El rey Salomón extendió su dominio sobre todos los reyes, desde el río Éufrates hasta Filistea y la frontera de Egipto.
que en Jerusalén hubo reyes poderosos, gobernantes de toda la región al oeste del río Éufrates, a quienes se les pagaban impuestos, tributos y rentas.
La gente de Tiro vendrá con presentes; los ricos del pueblo buscarán tu favor.
Que domine el rey de mar a mar, desde el río Éufrates hasta los confines de la tierra.
Entonces yo echaré de tu presencia a las naciones, ensancharé tu territorio y nadie codiciará tu tierra.
Profecía contra Tiro: ¡Gemid, barcos de Tarsis!, porque destruidas están su casa y su puerto. Desde la tierra de Chipre les ha llegado la noticia.
Sus ramas crecieron vigorosas, ¡aptas para ser cetros de reyes! Tanto creció que se destacaba por encima del follaje. Se la reconocía por su altura y por sus ramas frondosas.
Así dice el Señor: «Los delitos de Tiro han llegado a su colmo; por tanto, no revocaré su castigo: Porque le vendieron a Edom poblaciones enteras de cautivos, olvidando así una alianza entre hermanos,
Sus cántaros rebosan de agua; su semilla goza de agua abundante. Su rey es más grande que Agag; su reinado se engrandece.
Si acepta y abre las puertas, todos los habitantes de esa ciudad quedarán bajo tu dominio y serán tus esclavos.
Pero algunos insolentes protestaron: «¿Y este es el que nos va a salvar?» Y fue tanto su desprecio por Saúl que ni le ofrecieron regalos. Saúl, por su parte, no les hizo caso.