Micaías contestó: ―Lo sabrás el día en que andes de escondite en escondite.
1 Reyes 22:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Entonces el rey de Israel ordenó: ―Tomad a Micaías y llevádselo a Amón, el gobernador de la ciudad, y a Joás, mi hijo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey de Israel dijo: Toma a Micaías, y llévalo a Amón gobernador de la ciudad, y a Joás hijo del rey; Biblia Nueva Traducción Viviente «¡Arréstenlo! —ordenó el rey de Israel—. Llévenlo de regreso a Amón, el gobernador de la ciudad, y a mi hijo Joás. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces tomó la palabra el rey: 'Detengan a ese hombre y entréguenselo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces dijo el rey de Israel: Toma a Micaías y hazlo volver a Amón, príncipe de la ciudad, y a Joás, hijo del rey, Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey de Israel ordenó: 'Prende a Miqueas, lleváselo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey de Israel dijo: Toma a Micaías y vuélvelo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey; |
Micaías contestó: ―Lo sabrás el día en que andes de escondite en escondite.
Decidles que les ordeno echar en la cárcel a ese tipo, y no darle más que pan y agua, hasta que yo regrese sin contratiempos.
Entonces el rey de Israel llamó a uno de sus funcionarios y le ordenó: ―¡Traed de inmediato a Micaías hijo de Imlá!
Y en seguida envió a un oficial con cincuenta soldados a buscarlo. El oficial fue y encontró a Elías sentado en la cima de un monte. ―Hombre de Dios —le dijo—, el rey te ordena que bajes.
Decidles que les ordeno echar en la cárcel a ese tipo, y no darle más que pan y agua, hasta que yo regrese sin contratiempos.
Por el contrario, mandó a Jeramel, su hijo, a Seraías hijo de Azriel, y a Selemías hijo de Abdel que arrestaran al escriba Baruc y al profeta Jeremías. Pero el Señor los había escondido.
Alegraos y llenaos de júbilo, porque os espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que os precedieron.
»Si tu adversario te va a denunciar, llega a un acuerdo con él lo más pronto posible. Hazlo mientras estéis de camino al juzgado, no sea que te entregue al juez, y el juez al guardia, y te echen en la cárcel.
Al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix tuvo miedo y le dijo: «¡Basta por ahora! Puedes retirarte. Cuando sea oportuno te mandaré llamar otra vez».