y la séptima vez el criado le informó: ―Desde el mar viene subiendo una nube. Es tan pequeña como una mano. Entonces Elías le ordenó: ―Ve y dile a Acab: “Engancha el carro y vete antes de que la lluvia te detenga”.
1 Reyes 20:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―¿Por medio de quién lo hará? —preguntó Acab. ―Así dice el Señor —respondió el profeta—: “Lo haré por medio de los cadetes”. ―¿Y quién iniciará el combate? —insistió Acab. ―Tú mismo —respondió el profeta. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y respondió Acab: ¿Por mano de quién? Él dijo: Así ha dicho Jehová: Por mano de los siervos de los príncipes de las provincias. Y dijo Acab: ¿Quién comenzará la batalla? Y él respondió: Tú. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Cómo lo hará? —preguntó Acab. El profeta contestó: —Esto dice el Señor: “Lo harán las tropas de los comandantes provinciales”. —¿Debemos atacar nosotros primero? —preguntó Acab. —Sí —contestó el profeta. Biblia Católica (Latinoamericana) Ajab le dijo: '¿Quién hará eso?' Le respondió: 'Yavé dijo: Los jóvenes de los jefes de provincias'. Ajab le replicó: '¿Quién iniciará el ataque?' Le respondió: 'Tú'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Acab dijo: ¿Por medio de quién? Y él dijo: Así dice YHVH: Mediante los asistentes de los capitanes de las provincias. Y dijo: ¿Quién entablará la batalla? Y él respondió: Tú. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Preguntó Ajab: '¿Y por medio de quién?'. Respondió aquél: 'Así habla Yahveh: por medio de los jóvenes que están con los gobernadores de los distritos'. Insistió Ajab: '¿Y quién debe entablar el combate?'. Respondió el profeta: 'Tú'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondió Acab: ¿Por mano de quién? Y él dijo: Así dice Jehová: Por mano de los jóvenes de los príncipes de las provincias. Y dijo Acab: ¿Quién comenzará la batalla? Y él respondió: Tú. |
y la séptima vez el criado le informó: ―Desde el mar viene subiendo una nube. Es tan pequeña como una mano. Entonces Elías le ordenó: ―Ve y dile a Acab: “Engancha el carro y vete antes de que la lluvia te detenga”.
Mientras tanto, un profeta se presentó ante Acab, rey de Israel, y le anunció: ―Así dice el Señor: “¿Ves ese enorme ejército? Hoy lo entregaré en tus manos, y entonces sabrás que yo soy el Señor”.
Así que Acab pasó revista a los cadetes, que sumaban doscientos treinta y dos hombres. También pasó revista a las demás tropas israelitas: siete mil en total.
Los cadetes formaban la vanguardia. Cuando los exploradores que Ben Adad había enviado le informaron de que unos soldados estaban avanzando desde Samaria,
Así fue como David triunfó sobre el filisteo: lo hirió de muerte con una honda y una piedra, y sin empuñar la espada.