Benaías hijo de Joyadá estaba al mando de los soldados quereteos y peleteos, y los hijos de David eran ministros.
1 Reyes 2:29 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Cuando le dijeron a Salomón que Joab había huido al santuario, y que estaba junto al altar, el rey le ordenó a Benaías hijo de Joyadá que fuera a matarlo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se le hizo saber a Salomón que Joab había huido al tabernáculo de Jehová, y que estaba junto al altar. Entonces envió Salomón a Benaía hijo de Joiada, diciendo: Ve, y arremete contra él. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando se lo informaron al rey, Salomón mandó a Benaía, hijo de Joiada, a ejecutarlo. Biblia Católica (Latinoamericana) Avisaron al rey Salomón que Joab se había refugiado al lado del altar en la Tienda de Yavé. Salomón mandó decir a Joab: '¿Por qué te refugiaste junto al altar?' Joab le dijo: 'Tuve miedo de ti y me refugié al lado de Yavé'. Entonces Salomón mandó a Banaías, hijo de Yoyada, con esta orden: 'Ve y mátalo'. La Biblia Textual 3a Edicion Y se dio aviso al rey Salomón: Joab ha huido al Tabernáculo de YHVH y he aquí está junto al altar. Entonces Salomón envió a Benaías ben Joiada, diciendo: ¡Anda, arremete contra él! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Comunicaron al rey Salomón que Joab se había refugiado en la tienda de Yahveh y que estaba junto al altar. Y Salomón envió a Benaías, hijo de Joadá, con esta orden: '¡Ve y mátalo!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue hecho saber a Salomón que Joab había huido al tabernáculo de Jehová, y que estaba junto al altar. Entonces envió Salomón a Benaía, hijo de Joiada, diciendo: Ve y arremete contra él. |
Benaías hijo de Joyadá estaba al mando de los soldados quereteos y peleteos, y los hijos de David eran ministros.
En seguida, el rey Salomón le dio a Benaías hijo de Joyadá la orden de matar a Adonías.
Benaías fue al santuario del Señor y le dijo a Joab: ―El rey te ordena que salgas. ―¡No! —respondió Joab—. ¡De aquí solo me sacarás muerto! Benaías fue y le contó al rey lo que había dicho Joab.
―¡Pues dale gusto! —ordenó el rey—. ¡Mátalo y entiérralo! De ese modo me absolverás a mí y a mi familia de la sangre inocente que derramó Joab.
Acto seguido, el rey le dio la orden a Benaías hijo de Joyadá, y este fue y mató a Simí. Así se consolidó el reino en manos de Salomón.
»Si el homicidio es premeditado, el asesino será condenado a muerte aun cuando busque refugio en mi altar.
El que es perseguido por homicidio será un fugitivo hasta la muerte. ¡Que nadie le brinde su apoyo!
Matad a viejos y a jóvenes, a muchachas, niños y mujeres; comenzad en el templo, y no dejéis a nadie con vida. Pero no toquéis a los que tengan la señal». Y aquellos hombres comenzaron a matar a los viejos que estaban frente al templo.
Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y, si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios!