Y en seguida llamó a uno de sus hombres y le ordenó: ―¡Anda, mátalo! Aquel cumplió la orden y lo mató.
1 Reyes 2:25 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 En seguida, el rey Salomón le dio a Benaías hijo de Joyadá la orden de matar a Adonías. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía hijo de Joiada, el cual arremetió contra él, y murió. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey Salomón le ordenó a Benaía, hijo de Joiada, que lo ejecutara; y Adonías murió. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey Salomón encargó el asunto a Benaías, hijo de Yoyada, quien hirió de muerte a Adonías. La Biblia Textual 3a Edicion Y el rey Salomón envió por mano de Benaías ben Joiada, quien arremetió contra él y lo mató. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y el rey Salomón encargó de ello a Benaías, hijo de Joadá, que lo hirió y lo mató. Y así murió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía, hijo de Joiada, el cual arremetió contra él, y murió. |
Y en seguida llamó a uno de sus hombres y le ordenó: ―¡Anda, mátalo! Aquel cumplió la orden y lo mató.
Por eso la espada jamás se apartará de tu familia, pues me despreciaste al tomar la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer”.
Entonces David les ordenó a sus soldados que los mataran, y que además les cortaran las manos y los pies, y colgaran sus cuerpos junto al estanque de Hebrón. En cambio, la cabeza de Isboset la enterraron en Hebrón, en el sepulcro de Abner.
Benaías hijo de Joyadá estaba al mando de los soldados quereteos y peleteos, y los hijos de David eran ministros.
Cuando le dijeron a Salomón que Joab había huido al santuario, y que estaba junto al altar, el rey le ordenó a Benaías hijo de Joyadá que fuera a matarlo.
―¡Pues dale gusto! —ordenó el rey—. ¡Mátalo y entiérralo! De ese modo me absolverás a mí y a mi familia de la sangre inocente que derramó Joab.
Benaías hijo de Joyadá fue y mató a Joab, e hizo que lo sepultaran en su hacienda de la estepa.
Acto seguido, el rey le dio la orden a Benaías hijo de Joyadá, y este fue y mató a Simí. Así se consolidó el reino en manos de Salomón.
Ellos le dijeron: ―Hemos venido a atarte, para entregarte en manos de los filisteos. ―Juradme que no me mataréis vosotros mismos —dijo Sansón.
Pero Samuel le dijo: ―Ya que tu espada dejó a tantas mujeres sin hijos, también sin su hijo se quedará tu madre. Y allí en Guilgal, en presencia del Señor, Samuel descuartizó a Agag.