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1 Reyes 19:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Elías miró a su alrededor y vio a su cabecera un panecillo cocido sobre carbones calientes y un jarro de agua. Comió y bebió, y volvió a acostarse.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Elías miró a su alrededor, y cerca de su cabeza había un poco de pan horneado sobre piedras calientes y un jarro de agua. Así que comió y bebió, y volvió a acostarse.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Miró y vio que había allí cerca de él una tortilla cocida sobre piedras y un cántaro de agua. Comió, bebió y se volvió a acostar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y miró atentamente, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un cántaro de agua; y comió y bebió, y volvió a recostarse.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Miró y encontró a su cabecera una hogaza cocida sobre piedras calientes y un cántaro de agua. Comió, bebió y volvió a acostarse.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las brasas, y un vaso de agua: y comió y bebió y se volvió a dormir.

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Lòt tradiksyon



1 Reyes 19:6
13 Referans Kwoze  

Beberás agua del arroyo, y yo les ordenaré a los cuervos que te den de comer allí».


Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo.


Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido. De repente, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come».


El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un largo viaje».


Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel.


Este tal morará en las alturas; tendrá como refugio una fortaleza de rocas, se le proveerá de pan, y no le faltará el agua.


se acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa.


Entonces el diablo lo dejó, y unos ángeles acudieron a servirle.


Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que necesitáis de todo esto.


―Muchachos, ¿no tenéis algo de comer? —les preguntó Jesús. ―No —respondieron ellos.


Al desembarcar, vieron unas brasas con un pescado encima, y un pan.