1 Reyes 12:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Pero reflexionó: «¿Y qué tal si ahora el reino vuelve a la familia de David? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, Biblia Nueva Traducción Viviente Jeroboam pensó: «Si no tengo cuidado, el reino volverá a la dinastía de David. Biblia Católica (Latinoamericana) Jeroboam pensó: 'El reino podría muy bien volver a la casa de David. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Jeroboam decía en su corazón: Ahora volverá el reino a la casa de David. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después Jeroboán pensó en su interior: 'El reino podría volver a la casa de David, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora volverá el reino a la casa de David, |
Si haces todo lo que te ordeno, y sigues mis caminos, haciendo lo que me agrada y cumpliendo mis decretos y mandamientos, como hizo David mi siervo, estaré contigo. Estableceré para ti una dinastía tan firme como la que establecí para David; y te daré Israel.
Jeroboán fortificó la ciudad de Siquén en la región montañosa de Efraín, y se estableció allí. Luego se fue de Siquén y fortificó Peniel.
Si la gente sigue subiendo a Jerusalén para ofrecer sacrificios en el templo del Señor, acabará por reconciliarse con su señor Roboán, rey de Judá. Entonces a mí me matarán, y volverán a unirse a él».
Basá, rey de Israel, atacó a Judá y fortificó Ramá para aislar totalmente a Asá, rey de Judá.
Joacaz hizo lo que ofende al Señor, pues siguió el mal ejemplo de Jeroboán hijo de Nabat y no se apartó del pecado con que este hizo pecar a Israel.
Al día siguiente, madrugaron y fueron al desierto de Tecoa. Mientras avanzaban, Josafat se detuvo y dijo: «Habitantes de Judá y de Jerusalén, escuchadme: ¡Confiad en el Señor, y seréis librados! ¡Confiad en vuestros profetas, y tendréis éxito!»
Dice el necio en su corazón: «No hay Dios». Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno!
Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.
La cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías; si vosotros no creéis en mí, no permaneceréis firmes”».
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo para sí: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la que lo está tocando, y qué clase de mujer es: una pecadora».
Por eso los fariseos comentaban entre sí: «Como podéis ver, así no vamos a lograr nada. ¡Mirad cómo lo sigue todo el mundo!»
Con todo, David pensaba: «Un día de estos voy a morir a manos de Saúl. Lo mejor que puedo hacer es huir a la tierra de los filisteos. Así Saúl se cansará de buscarme por el territorio de Israel, y podré escapar de sus manos».