voy a concederte lo que has pedido. Te daré un corazón sabio y prudente, como nadie antes de ti lo ha tenido ni lo tendrá después.
1 Juan 5:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Biblia Nueva Traducción Viviente Y estamos seguros de que él nos oye cada vez que le pedimos algo que le agrada; Biblia Católica (Latinoamericana) Con él tenemos la certeza de que, si le pedimos algo conforme a su voluntad, nos escuchará. La Biblia Textual 3a Edicion Y ésta es la confianza que tenemos ante Él: que cuando pidamos algo conforme a su voluntad, Él nos escucha. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y ésta es la plena confianza que tenemos en él: que si pedimos algo según su voluntad, nos oye. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. |
voy a concederte lo que has pedido. Te daré un corazón sabio y prudente, como nadie antes de ti lo ha tenido ni lo tendrá después.
Hicieron llegar a su presencia el clamor de los pobres y necesitados, y Dios lo escuchó.
En mi confusión llegué a decir: «¡He sido arrojado de tu presencia!» Pero tú oíste mi voz suplicante cuando te pedí que me ayudaras.
Lo que el malvado teme, eso le ocurre; lo que el justo desea, eso recibe.
El Señor se mantiene lejos de los impíos, pero escucha las oraciones de los justos.
“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”.
Ya sabía yo que siempre me escuchas, pero lo dije por la gente que está aquí presente, para que crean que tú me enviaste.
Cualquier cosa que pidáis en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y se os concederá.
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad.
En él, mediante la fe, disfrutamos de libertad y confianza para acercarnos a Dios.
Así que no perdáis la confianza, porque esta será grandemente recompensada.
Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio.
Cristo, en cambio, es fiel como Hijo al frente de la casa de Dios. Y esa casa somos nosotros, con tal que mantengamos nuestra confianza y la esperanza que nos enorgullece.
Y, cuando pedís, no recibís porque pedís con malas intenciones, para satisfacer vuestras propias pasiones.
Por eso, confesaos unos a otros vuestros pecados, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.
Y ahora, queridos hijos, permanezcamos en él para que, cuando se manifieste, podamos presentarnos ante él confiadamente, seguros de no ser avergonzados en su venida.