en oro, plata, bronce y hierro. Así que, ¡pon manos a la obra, y que el Señor te acompañe!»
1 Crónicas 22:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 »Ahora, hijo mío, que el Señor tu Dios te ayude a construir su templo, tal como te ha prometido. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ahora pues, hijo mío, Jehová esté contigo, y seas prosperado, y edifiques casa a Jehová tu Dios, como él ha dicho de ti. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ahora, hijo mío, que el Señor esté contigo y te dé éxito al seguir sus instrucciones en la edificación del templo del Señor tu Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora, pues, hijo mío, que Yavé sea contigo, para que logres edificar la Casa de Yavé, tu Dios, según lo que dijo referente a ti. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, hijo mío, YHVH sea contigo para que prosperes y edifiques la Casa de YHVH tu Dios, como Él ha dicho acerca de ti. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora, pues, hijo mío, que Yahveh esté contigo para que prosperes y edifiques el templo de Yahveh, tu Dios, como él lo ha predicho de ti. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, hijo mío, Jehová sea contigo, y seas prosperado, y edifiques casa a Jehová tu Dios, como Él ha dicho de ti. |
en oro, plata, bronce y hierro. Así que, ¡pon manos a la obra, y que el Señor te acompañe!»
Además, David le dijo a su hijo Salomón: «¡Sé fuerte y valiente, y pon manos a la obra! No tengas miedo ni te desanimes, porque Dios el Señor, mi Dios, estará contigo. No te dejará ni te abandonará hasta que hayas terminado toda la obra del templo del Señor.
Salomón hijo de David consolidó su reino, pues el Señor su Dios estaba con él y lo hizo muy poderoso.
»Ahora el Señor ha cumplido su promesa: Tal como lo prometió, he sucedido a mi padre David en el trono de Israel, y he construido el templo en honor del Señor, Dios de Israel.
Señor, tú estableces la paz en favor nuestro, porque tú eres quien realiza todas nuestras obras.
«La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»).
enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado. Y os aseguro que estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo.
El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo. ―Anda, pues —dijo Saúl—, y que el Señor te acompañe.
Pero, si mi padre intenta hacerte daño, y yo no te aviso para que puedas escapar, ¡que el Señor me castigue sin piedad, y que esté contigo como estuvo con mi padre!