Pero tus muertos vivirán, sus cadáveres volverán a la vida. ¡Despertad y gritad de alegría, moradores del polvo! Porque tu rocío es como el rocío de la mañana, y la tierra devolverá sus muertos.
1 Corintios 15:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; después, cuando él venga, los que le pertenecen. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Biblia Nueva Traducción Viviente pero esta resurrección tiene un orden: Cristo fue resucitado como el primero de la cosecha, luego todos los que pertenecen a Cristo serán resucitados cuando él regrese. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero se respeta el lugar de cada uno: Cristo es primero, y más tarde le tocará a los suyos, cuando Cristo nos visite. La Biblia Textual 3a Edicion Pero cada uno en su orden: el Mesías, que es las primicias, luego, los que son del Mesías en su venida.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cada uno en el orden que le corresponde: las primicias, Cristo; después, los de Cristo en su parusía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cada uno en su debido orden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. |
Pero tus muertos vivirán, sus cadáveres volverán a la vida. ¡Despertad y gritad de alegría, moradores del polvo! Porque tu rocío es como el rocío de la mañana, y la tierra devolverá sus muertos.
Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.
Os aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar en su reino.
que el Cristo padecería y que, siendo el primero en resucitar, proclamaría la luz a su propio pueblo y a los gentiles».
Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron.
en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque final de la trompeta. Pues sonará la trompeta y los muertos resucitarán con un cuerpo incorruptible, y nosotros seremos transformados.
Con su poder, Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros.
Fijaos en lo que está a la vista. Si alguno está convencido de ser de Cristo, considere esto de nuevo: nosotros somos tan de Cristo como él.
Y, si pertenecéis a Cristo, sois la descendencia de Abraham y herederos según la promesa.
Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos.
En resumidas cuentas, ¿cuál es nuestra esperanza, alegría o motivo de orgullo delante de nuestro Señor Jesús para cuando él venga? ¿Quién más sino vosotros?
y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y por su sangre nos ha librado de nuestros pecados,