Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas;
1 Corintios 14:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 El que habla en lenguas se edifica a sí mismo; en cambio, el que profetiza edifica a la iglesia. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. Biblia Nueva Traducción Viviente La persona que habla en lenguas se fortalece a sí misma, pero el que dice una palabra de profecía fortalece a toda la iglesia. Biblia Católica (Latinoamericana) El que habla en lenguas se fortalece a sí mismo, mientras que el profeta edifica a la Iglesia. La Biblia Textual 3a Edicion El que habla en lenguas,° a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a la iglesia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que habla lenguas se edifica a sí mismo, mientras que el que profetiza edifica a la iglesia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que habla en lengua desconocida, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. |
Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas;
Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación.
a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas.
En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diversas lenguas.
Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.
Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.
Por eso vosotros, ya que tanto ambicionáis dones espirituales, procurad que estos abunden para la edificación de la iglesia.
De modo que el hablar en lenguas es una señal no para los creyentes, sino para los incrédulos; en cambio, la profecía no es señal para los incrédulos, sino para los creyentes.
¿Qué concluimos, hermanos? Que, cuando os reunáis, cada uno puede tener un himno, una enseñanza, una revelación, un mensaje en lenguas o una interpretación. Todo esto debe hacerse para la edificación de la iglesia.
En cambio, el que profetiza habla a los demás para edificarlos, animarlos y consolarlos.
Yo quisiera que todos vosotros hablarais en lenguas, pero mucho más que profetizarais. El que profetiza aventaja al que habla en lenguas, a menos que este también interprete, para que la iglesia reciba edificación.