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1 Corintios 1:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Fiel es Dios, quien os ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Dios lo hará porque él es fiel para hacer lo que dice y los ha invitado a que tengan comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Dios es fiel, el que los ha llamado a esta comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Fiel es Dios, por quien fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesús, el Mesías, Señor nuestro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Fiel es Dios, que os ha llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

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Lòt tradiksyon



1 Corintios 1:9
43 Referans Kwoze  

Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre.


La justicia será el cinto de sus lomos y la fidelidad el ceñidor de su cintura.


Señor, tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros.


Así dice el Señor, el Redentor y Santo de Israel, al despreciado y aborrecido por las naciones, al siervo de los gobernantes: «Los reyes te verán y se pondrán de pie, los príncipes te verán y se inclinarán, por causa del Señor, el Santo de Israel, que es fiel y te ha escogido».


Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?


El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.


para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.


Ahora bien, es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas, y que tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado entre las otras ramas. Ahora participas de la savia nutritiva de la raíz del olivo.


Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.


A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.


Esos somos nosotros, a quienes Dios llamó no solo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles.


Pero gracias a él vosotros estáis unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría —es decir, nuestra justificación, santificación y redención—


Vosotros no habéis sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podáis aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él os dará también una salida a fin de que podáis resistir.


Esa copa de bendición por la cual damos gracias, ¿no significa que entramos en comunión con la sangre de Cristo? Ese pan que partimos, ¿no significa que entramos en comunión con el cuerpo de Cristo?


Pero, tan cierto como que Dios es fiel, el mensaje que os hemos dirigido no es «sí» y «no».


Sin embargo, Dios me había apartado desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia. Y, cuando él tuvo a bien


He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.


es decir, que los gentiles son, junto con Israel, beneficiarios de la misma herencia, miembros de un mismo cuerpo y participantes igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio.


Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todos sus caminos son justos. Dios es fiel; no practica la injusticia. Él es recto y justo.


»Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos,


Ahora me alegro en medio de mis sufrimientos por vosotros, y voy completando en mí mismo lo que falta de las aflicciones de Cristo, en favor de su cuerpo, que es la iglesia.


Os hemos animado, consolado y exhortado a llevar una vida digna de Dios, que os llama a su reino y a su gloria.


Para esto Dios os llamó por nuestro evangelio, a fin de que tengáis parte en la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


Pero el Señor es fiel, y él os fortalecerá y os protegerá del maligno.


Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo;


si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo.


Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes de la creación.


Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.


Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa.


Por eso era preciso que en todo se asemejara a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso al servicio de Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo.


Por lo tanto, hermanos, vosotros que habéis sido santificados y que tenéis parte en el mismo llamamiento celestial, considerad a Jesús, apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos.


Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio.


Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros.


Y, después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que os llamó a su gloria eterna en Cristo, os restaurará y os hará fuertes, firmes y estables.


Os anunciamos lo que hemos visto y oído, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.


Pero, si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.


¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque nos ha dado de su Espíritu.


Luego vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y Verdadero. Con justicia dicta sentencia y hace la guerra.