Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es Cristo Se or.
Tito 1:4 - Biblia Castilian 2003 a Tito, auténtico hijo en la fe que nos es común: gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador. Biblia Nueva Traducción Viviente Le escribo a Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos. Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Salvador te den gracia y paz. Biblia Católica (Latinoamericana) Te saludo, Tito, verdadero hijo mío en la fe que compartimos: recibe gracia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. La Biblia Textual 3a Edicion A Tito,° genuino hijo en nuestra común fe.° Gracia° y paz de Dios Padre y de Jesús el Mesías, nuestro Salvador. Biblia Serafín de Ausejo 1975 a Tito, auténtico hijo en la fe que nos es común: gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. Biblia Reina Valera Gómez (2023) a Tito, mi verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador. |
Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es Cristo Se or.
de suerte que le dec an a la mujer: 'Ya no creemos sólo por lo que tú nos has referido; pues nosotros mismos le hemos o do y sabemos que él es, verdaderamente, el Salvador del mundo'.
o mejor, para que, en vuestra compa a, recibamos mutuo aliento, por medio de la fe que nos es común tanto a vosotros como a m.
A todos los amados de Dios que estáis en Roma, llamados a ser pueblo santo: gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre y del Se or Jesucristo.
Rogué a Tito que fuera y envié con él al hermano. ¿Os explotó, acaso, Tito? ¿No procedimos con el mismo esp ritu? ¿No hemos seguido las mismas huellas?
no tuve sosiego en mi esp ritu, porque no encontré a Tito, mi hermano, as que me desped de ellos y sal para Macedonia.
Pero, teniendo aquel esp ritu de fe del que está escrito: Cre, y por eso hablé, nosotros también creemos, y por eso hablamos,
Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos trajo el consuelo con la llegada de Tito;
Gracias sean dadas a Dios que ha puesto en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros;
En cuanto a Tito, es mi compa ero y colaborador entre vosotros. Respecto a nuestros hermanos, son enviados de las iglesias, son gloria de Cristo.
hasta tal punto que rogamos a Tito que, as como comenzó, llevara también a feliz término entre vosotros esta gracia.
Pues bien, ni Tito, que estaba conmigo, con ser griego, fue obligado a circuncidarse.
Ya no hay jud o ni griego; ya no hay esclavo ni libre; ya no hay varón ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Se or Jesucristo.
al pueblo santo que hay en Colosas y fieles hermanos en Cristo: gracia a vosotros y paz de parte de Dios, nuestro Padre.
Doy gracias al que me ha ha revestido de fortaleza, a Cristo Jesús nuestro Se or, porque me consideró digno de confianza para ponerme en este servicio,
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, para anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús,
al querido hijo Timoteo: Gracia, misericordia, paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Se or.
pues Demas me abandonó por amor de este mundo y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia.
y que, a su debido tiempo, manifestó su palabra mediante la proclamación que me fue encomendada por orden de Dios nuestro Salvador,
mientras aguardamos la bienaventurada esperanza, o sea, la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús,
Simeón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han obtenido una fe tan preciosa como la nuestra por la justicia de nuestro Dios y salvador Jesucristo:
Y as se os abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Se or y Salvador Jesucristo.
Porque, si después de haber huido de las impurezas del mundo por el conocimiento del Se or y Salvador Jesucristo, de nuevo se enredan en ellas y son vencidos, su situación última será peor que la primera.
Creced en gracia y conocimiento de nuestro Se or y Salvador Jesucristo. A él la gloria ahora y para el d a de la eternidad. [Amén.]
Recordad las palabras predichas por los santos profetas y el precepto del Se or y Salvador transmitido por vuestros apóstoles.
Y ésta es la plena confianza que tenemos en él: que si pedimos algo según su voluntad, nos oye.
Queridos hermanos, he puesto toda mi diligencia en escribiros sobre nuestra común salvación, pues he sentido la necesidad de hacerlo para alentaros a que luchéis por la fe transmitida de una vez para siempre al pueblo santo.