Sofonías 3:16 - Biblia Castilian 2003 Aquel d a se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión! ¡No desfallezcan tus manos! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese día, la proclama en Jerusalén será: «¡Ánimo, Sion! ¡No temas! Biblia Católica (Latinoamericana) Ese día le dirán a Jerusalén:
'¡No tengas ningún miedo,
ni te tiemblen las manos!' La Biblia Textual 3a Edicion En aquel día se dirá a Jerusalem: ¡No temas, oh Sión, Ni se debiliten tus manos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aquel día se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión! ¡No desfallezcan tus manos! Biblia Reina Valera Gómez (2023) En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas: Sión, no se debiliten tus manos. |
Aquel d a se dirá: 'He aqu nuestro Dios, de quien esperamos que nos salve, éste es Yahveh en quien esperamos. Exultemos y gocemos en su salvación,
Sube a un monte elevado, mensajera de Sión. Alza con fuerza tu voz, mensajera de Jerusalén. Álzala sin miedo, di a las ciudades de Judá: mirad a vuestro Dios.
no temas, que yo estoy contigo; no te asustes, que yo soy tu Dios. Te fortalezco y te ayudo, te sostengo con mi diestra salvadora.
As dice Yahveh, tu creador, tu formador desde el seno, que te ayuda: no temas, siervo m o Jacob, Yesurún, a quien eleg.
No temas, que no quedarás avergonzada, no te abochornes, que no quedarás confundida, pues olvidarás la vergüenza de tu solter a y no recordarás la afrenta de tu viudedad.
As como fuisteis maldición en las naciones, casa de Judá y casa de Israel, as os libraré y seréis bendición. ¡No temáis! ¡Sean fuertes vuestras manos!'
as he vuelto a decidir en estos d as hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá. ¡No temáis!
Al d a siguiente, la gran multitud que hab a llegado para la fiesta, al saber que Jesús se acercaba a Jerusalén,
Por lo tanto, investidos por la misericordia [de Dios] de este ministerio, no perdemos el ánimo.
No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.
As que os ruego que no perdáis el ánimo a causa de mis tribulaciones por vosotros; que éstas son vuestra gloria.
Por lo tanto, fortaleced las manos débiles, afirmad las rodillas vacilantes