Sofonías 2:10 - Biblia Castilian 2003 Éste será el pago de su orgullo, porque insultaron y se engrandecieron a costa del pueblo de Yahveh Sebaot. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos. Biblia Nueva Traducción Viviente Recibirán el pago de su orgullo, porque se burlaron del pueblo del Señor de los Ejércitos Celestiales. Biblia Católica (Latinoamericana) Esa será su suerte, en pago de su orgullo, pues insultaron al pueblo de Dios de los Ejércitos y se agrandaron a costa suya. La Biblia Textual 3a Edicion Esa será la paga de su soberbia, porque afrentaron con altanería al pueblo de YHVH Sebaot. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste será el pago de su orgullo, porque insultaron y se engrandecieron a costa del pueblo de Yahveh Sebaot. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos. |
Moisés y Aarón fueron al Faraón y le dijeron: 'As habla Yahveh, Dios de los hebreos: '¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante m ? Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.'
O mos el orgullo de Moab, el henchido de orgullo: su soberbia, su altaner a, su arrogancia, sus bravatas sin consistencia.
As dice Yahveh: con respecto a todos mis perversos vecinos, que han tocado la heredad que di en posesión a mi pueblo Israel, mirad: los arrancaré de su pa s. Pero también arrancaré de en medio de ellos a la casa de Judá.
Hemos o do del orgullo de Moab, de su orgullo desmedido; de su altivez, su orgullo y su soberbia, de la altaner a de su corazón.
Su impureza impregna sus vestidos. Tet No se acordó de su fin; ha ca do de forma inesperada, sin tener quien la consuele. Mira, Yahveh, mi aflicción, y cómo se crece mi enemigo.
As dice el Se or Yahveh: 'Porque has batido palmas y has bailoteado con los pies y con desprecio total te has alegrado en el alma a costa del pa s de Israel,
El d a en que estuviste all presente, el d a en que enemigos llevaban cautivo a su ejército, y extra os franqueaban sus puertas, y sobre Jerusalén echaban suertes, tú también eras como uno de ellos.
El orgullo de tu corazón te enga ó, tú que habitas en las hendiduras de la roca, que tienes la altura por morada, que dices en tu corazón: '¿Quién será capaz de derribarme en tierra?'.
He o do los insultos de Moab, los ultrajes de los hijos de Amón: insultaron a mi pueblo y se engrandecieron a costa de su territorio.
De igual modo, vosotros, jóvenes, someteos a los presb teros. Revest os todos de humildad en servicio mutuo, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.