si apartas de ti la iniquidad y no consientes que el mal more en tu tienda,
Salmos 7:3 - Biblia Castilian 2003 No desgarren mi vida, cual león: destroza y no hay quien salve. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad; Biblia Nueva Traducción Viviente Oh Señor mi Dios, si he hecho mal o soy culpable de injusticia, Biblia Católica (Latinoamericana) Señor Dios mío, si he actuado mal, si ha manchado mis manos la maldad, La Biblia Textual 3a Edicion Oh, YHVH Dios mío, si he hecho esto: Si hubo iniquidad en mis manos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 No desgarren mi vida, cual león: destroza y no hay quien salve. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oh Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, si hay iniquidad en mis manos; |
si apartas de ti la iniquidad y no consientes que el mal more en tu tienda,
No te alejes de m, pues la angustia está cerca, y no hay otro que me ampare.
Y tú, Se or, no te tengas a distancia; mi socorro, ven presto a mi asistencia.
'El Dios de los dioses, Yahveh, lo sabe bien y también Israel debe saberlo: si ha habido rebelión o infidelidad contra Yahveh, que él se niegue hoy a prestarnos auxilio.
Ten benevolencia con tu siervo, ya que con un pacto de Yahveh has ligado a tu siervo contigo. Si hay en m algún delito, matame tú mismo. ¿Para qué me has de entregar a tu padre?'.
Le dijo Saúl: '¿Por qué os habéis conjurado contra m, tú y el hijo de Jesé, cuando le diste alimentos y una espada y consultaste a Dios por él para que él se sublevara contra m y me pusiera asechanzas, como lo está haciendo?'.
para que todos os conjuréis contra m y no me hayáis revelado la alianza de mi hijo con el hijo de Jesé? Ninguno de vosotros se ha compadecido de m ni me ha hecho saber que mi hijo ha sublevado contra m a un súbdito que me pone asechanzas, como lo está haciendo'.
Hoy mismo han visto tus ojos que Yahveh te entregaba en mis manos en la cueva. Se me incitaba a matarte; pero sent piedad de ti y me dije: 'No extenderé yo mi mano contra mi se or, pues es el ungido de Yahveh'.
David se levantó a continuación, salió de la cueva y empezó a gritar tras de Saúl: '¡Mi se or, el rey!'. Saúl volvió la vista atrás y David se inclinó rostro en tierra y se postró.