Yo hab a dicho en mi atropello: 'Estoy de tu presencia cercenado'. Mas, en verdad, oyes mi ruego, cuando clamo hacia ti.
Salmos 4:3 - Biblia Castilian 2003 ¿Hasta cuándo, hijos de hombre, mi honor es deshonor, vuestro amor va a lo vac o; vuestra búsqueda al enga o? Selah Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a él clamare. Biblia Nueva Traducción Viviente De algo pueden estar seguros: el Señor ha separado para sí a los justos; el Señor me responderá cuando lo llame. Biblia Católica (Latinoamericana) Sepan que por mí maravillas hace el Señor,
tan pronto como lo llamo, él me escucha. La Biblia Textual 3a Edicion Conoced pues que YHVH ha hecho apartar al piadoso para sí;° YHVH escucha cuando clamo a Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Hasta cuándo, hijos de hombre, mi honor es deshonor, vuestro amor va a lo vacío; vuestra búsqueda al engaño? Selah Biblia Reina Valera Gómez (2023) Sabed, pues, que Jehová apartó al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a Él clamare. |
Yo hab a dicho en mi atropello: 'Estoy de tu presencia cercenado'. Mas, en verdad, oyes mi ruego, cuando clamo hacia ti.
lo mismo hijos de humildes que de grandes, igual los ricos que los pobres.
'Congregad en mi presencia a mis devotos que con un sacrificio hicieron conmigo un pacto'.
De mi peregrinar llevas tú cuenta: recoge mi pesar en tu redoma, ¿no se halla ya en tu libro?
Puro viento son los hijos de los hombres, enga o los mortales; en balanza, todos juntos, subir an como un soplo.
pues, ¿en qué se conocerá que yo y tu pueblo gozamos de tu favor sino en que tú vienes con nosotros? En esto se nos distinguirá, a m y a tu pueblo, de cuantos pueblos hay sobre la superficie de la tierra'.
No me habéis elegido vosotros, sino que yo os eleg, y os he puesto para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto sea permanente; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Porque de él somos hechura, creados en Cristo Jesús para las obras buenas que Dios nos preparó de antemano como norma de conducta.
Sin embargo, el sólido cimiento de Dios permanece firme y tiene sellada esta inscripción: El Se or conoce a los suyos; y esta otra: apártese de la maldad todo el que invoca el nombre del Se or.
el cual se entregó por nosotros, para rescatarnos de toda iniquidad y para purificarnos, haciendo de nosotros un pueblo que fuera su patrimonio, dedicado a buenas obras.
Vosotros, en cambio, sois linaje escogido, sacerdocio regio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para anunciar las magnificencias del que os llamó de las tinieblas a su maravillosa luz.
El Se or sabe librar de la prueba a los piadosos y reservar para el castigo hasta el d a del juicio a los imp os,