Quitó de la cabeza de Milcón la corona, que pesaba un talento de oro y ten a una piedra preciosa que David colocó sobre su cabeza, y se llevó, además, un inmenso bot n de la ciudad.
Salmos 21:3 - Biblia Castilian 2003 El deseo del corazón tú se lo cumples, el ruego de sus labios tú no le rehúsas. Selah Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien; Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. Biblia Nueva Traducción Viviente Le das la bienvenida con éxito y prosperidad; le colocaste una corona del oro más puro sobre la cabeza. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú le presentas buenas bendiciones, con oro fino coronas su cabeza. La Biblia Textual 3a Edicion Con bendiciones escogidas saliste a su encuentro, Y colocaste en su cabeza una corona de oro fino. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El deseo del corazón tú se lo cumples, el ruego de sus labios tú no le rehúsas. Selah Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pues le has salido al encuentro con bendiciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. |
Quitó de la cabeza de Milcón la corona, que pesaba un talento de oro y ten a una piedra preciosa que David colocó sobre su cabeza, y se llevó, además, un inmenso bot n de la ciudad.
Llegaron luego los hombres de Judá y ungieron all a David como rey de la casa de Judá. Le comunicaron entonces a David la noticia de que los de Yabés de Galaad hab an dado sepultura a Saúl;
Se presentaron, pues, todos los ancianos de Israel ante el rey en Hebrón. El rey David pactó alianza con ellos en Hebrón, en presencia de Yahveh, y ellos ungieron a David por rey de Israel.
David tomó luego la corona de Milcón de encima de su cabeza, y se vio que pesaba un talento de oro. Hab a en ella una piedra preciosa que David colocó sobre su cabeza. Se llevó además de la ciudad un inmenso bot n.
'¡Levántate ahora, oh Yahveh Dios, y ven al lugar de tu reposo, tú y el arca de tu poder! ¡Que tus sacerdotes, Yahveh Dios, se revistan de salvación, y que tus fieles gocen de ventura!
Enmudezcan los labios mentirosos, que platican con arrogancia sobre el justo, con orgullo y desdén.
¿O quién le dio algo de antemano, de suerte que haya que recompensarle por ello?
¿O es que menosprecias la riqueza de su bondad y de su paciencia y de su comprensión, al no reconocer que esta bondad de Dios intenta llevarte a la conversión?
Bendito Dios, Padre de nuestro Se or Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en el cielo, en Cristo,
Pero a aquel que fue puesto en nivel apenas inferior al de los ángeles, a Jesús, lo contemplamos coronado de gloria y honor por los padecimientos de su muerte, de suerte que, por la gracia de Dios, experimentó la muerte en beneficio de todos.
Sus ojos son llama de fuego. Lleva en la cabeza muchas diademas y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él.
Tomó Samuel el cuerno del aceite y lo ungió en presencia de sus hermanos. Y el esp ritu de Yahveh se apoderó de David desde aquel d a en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.