Respondió él: 'Si Yahveh no te salva ¿con qué podré salvarte yo? ¿Con algo de la era o con algo del lagar?'.
Salmos 146:3 - Biblia Castilian 2003 No confiéis en los pr ncipes ni en los humanos que no tienen el socorro. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. Biblia Nueva Traducción Viviente No pongan su confianza en los poderosos; no está allí la ayuda para ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) No pongas tu confianza en los que mandan,
ni en el mortal, que no puede salvarte;' La Biblia Textual 3a Edicion No confiéis en príncipes, Ni en hijo de hombre, en quien no hay salvación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No confiéis en los príncipes ni en los humanos que no tienen el socorro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No confiéis en príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. |
Respondió él: 'Si Yahveh no te salva ¿con qué podré salvarte yo? ¿Con algo de la era o con algo del lagar?'.
En aquel tiempo, Janan, el vidente se presentó a Asá, rey de Judá, y le dijo: 'Por haberte apoyado en el rey de Aram y no haberte apoyado en Yahveh, tu Dios, se ha escapado de tus manos el ejército del rey de Aram.
¿No eres tú, Se or, quien nos tienes desechados y no sales, oh Dios, con nuestro ejército?
¿Quién será el que me conduzca hasta la villa fuerte? ¿Quién podr a guiarme hasta Edom?
Confiad, pueblos, en él en todo tiempo, abrid el corazón en su presencia: Dios es nuestro refugio. Selah
Dejaos del hombre en cuya nariz apenas hay un soplo; pues, ¿en qué puede estimársele?
Aquel d a - oráculo de Yahveh Sebaot - cederá el clavo clavado en lugar resistente, se arrancará y caerá, se romperá la carga que colgaba de él, pues as lo ha dicho Yahveh'.
Los egipcios son hombres, no dioses; sus caballos son carne, no esp ritu. Cuando Yahveh extienda su mano, tropezará el ayudador, caerá el ayudado, y todos ellos a la vez perecerán.
y éste les dijo: 'Esto habéis de decir a vuestro se or: as habla Yahveh: no sientas temor por las palabras que has o do, con las cuales me han escarnecido los criados del rey de Asiria.