He adquirido bueyes y asnos, ganado menor, siervos y siervas, y he enviado a notificarlo a mi se or, para hallar gracia ante tus ojos''.
Rut 2:2 - Biblia Castilian 2003 Rut, la moabita, dijo a Noem: 'Perm teme ir al campo a recoger espigas tras de aquel a cuyos ojos hallare yo favor'. Ella le respondió: 'Vete, hija m a'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía. Biblia Nueva Traducción Viviente Un día Rut la moabita le dijo a Noemí: —Déjame ir a los campos de cosecha a ver si alguien en su bondad me permite recoger las espigas de grano dejadas atrás. Noemí respondió: —Está bien, hija mía, puedes ir. Biblia Católica (Latinoamericana) Rut le pidió permiso a Noemí para ir a recoger espigas donde pudiera hacerlo sin problemas. La Biblia Textual 3a Edicion Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y rebuscaré° espigas detrás de cualquiera ante cuyos ojos halle gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Rut, la moabita, dijo a Noemí: 'Permíteme ir al campo a recoger espigas tras de aquel a cuyos ojos hallare yo favor'. Ella le respondió: 'Vete, hija mía'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Ruth la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía. |
He adquirido bueyes y asnos, ganado menor, siervos y siervas, y he enviado a notificarlo a mi se or, para hallar gracia ante tus ojos''.
ni harás el rebusco de tu vi a, ni recogerás las uvas ca das, sino que lo dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
No difundas calumnias entre los tuyos, ni demandes la sangre de tu prójimo. Yo, Yahveh.
Cuando seguéis las mieses de vuestra tierra no lo haréis hasta el l mite extremo del campo. No espigarás tu cosecha,
Cuando seguéis la mies de vuestro campo, no segarás hasta el l mite de tu campo ni recogerás las espigas de tu mies: lo dejarás para el pobre y el extranjero. Yo, Yahveh, vuestro Dios.'
Fue, pues, y se puso a espigar en un campo tras los segadores. Casualmente aquel campo era propiedad de Booz, de la familia de Elimélec.
Ella me dijo: 'Perm teme espigar fuera de las gavillas tras los segadores'. Llegó y ha estado desde la ma ana hasta ahora, sin descansar más que un momento en la caba a'.
Replicó ella: 'Que tu sierva alcance tu favor'. La mujer emprendió su camino; comió, y su semblante no fue ya como el de antes.