Alzó los ojos y vio a tres hombres de pie delante de él. En cuanto los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la tienda, se postró en tierra,
Rut 2:10 - Biblia Castilian 2003 Cayó ella rostro en tierra y, postrada, le dijo: '¿Por qué he encontrado favor a tus ojos y te interesas por m, siendo yo extranjera?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Rut cayó a sus pies muy agradecida. —¿Qué he hecho para merecer tanta bondad? —le preguntó—. No soy más que una extranjera. Biblia Católica (Latinoamericana) Al oír esto, Rut se inclinó profundamente hasta el suelo y le dijo: '¿Qué de bueno has visto en mí, una extranjera, para que me trates con tanta bondad?' La Biblia Textual 3a Edicion Ella entonces cayó sobre su rostro, se postró en tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia ante tus ojos para que te fijes en mí, siendo yo una extranjera? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cayó ella rostro en tierra y, postrada, le dijo: '¿Por qué he encontrado favor a tus ojos y te interesas por mí, siendo yo extranjera?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que tú me reconozcas, siendo yo extranjera? |
Alzó los ojos y vio a tres hombres de pie delante de él. En cuanto los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la tienda, se postró en tierra,
Pero él ha calumniado a tu siervo ante mi se or, el rey. Sin embargo, mi se or, el rey es como el ángel de Dios. ¡Haz, pues, lo que bien te parezca!
Entró luego el rey David, se puso ante Yahveh y exclamó: '¿Quién soy yo, Se or Yahveh, y qué es mi casa, para que me hayas hecho llegar hasta aqu ?
Volvió aquél a postrarse y dijo: '¿Qué es tu siervo para que te fijes en un perro muerto como yo?'.
Al extranjero que se establece entre vosotros deberéis tratarlo como a los de vuestro pueblo; lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en el pa s de Egipto. Yo, Yahveh.
Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me hospedasteis;
porque puso sus ojos en la humilde condición de su esclava. Y as, desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
Amaos cordialmente los unos a los otros con el cálido afecto de hermanos. En cuanto a la deferencia, tened por más dignos a los demás.
Respondióle Booz: 'Me han informado muy bien de todo lo que hiciste en favor de tu suegra después de morir tu marido, y de cómo abandonaste a tu padre y a tu madre y la tierra de tu parentela, para venir a un pueblo que anteriormente no conoc as.
Ella le dijo a su vez: 'Halle yo favor a tus ojos, se or m o, ya que me has consolado y has hablado al corazón de tu sierva, a pesar de no ser yo ni siquiera una de tus criadas'.
Le dijo entonces su suegra: '¿Dónde has espigado hoy y dónde estuviste trabajando? ¡Bendito sea quien se ha fijado en ti!'. Ella le contó a su suegra con quién hab a trabajado y le dijo: 'El hombre con quien he trabajado hoy se llama Booz'.
Rut, la moabita, dijo a Noem: 'Perm teme ir al campo a recoger espigas tras de aquel a cuyos ojos hallare yo favor'. Ella le respondió: 'Vete, hija m a'.
Tú te fijas en el campo que se siega y te vas tras ellas. ¿No he mandado a los criados que no te molesten? Y cuando tengas sed, vete a los cántaros y bebe de lo que hayan sacado del pozo los jóvenes'.
Tan pronto como Abigail vio a David se apresuró a bajarse del asno y cayendo rostro en tierra ante David, se prosternó.