Se lo anunciaron al rey diciéndole: 'Está aqu el profeta Natán'. Éste se presentó al rey y se postró rostro en tierra ante él.
Proverbios 9:8 - Biblia Castilian 2003 No corrijas al insolente, que te odiará; corrige al sabio, y te estimará. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, no te molestes en corregir a los burlones; solo ganarás su odio. En cambio, corrige a los sabios y te amarán. Biblia Católica (Latinoamericana) No reprendas al burlón, te ganarías un enemigo más; corrige al sabio, y te amará. La Biblia Textual 3a Edicion No reprendas al escarnecedor, no sea que te aborrezca, Corrige al sabio, y te amará. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No corrijas al insolente, que te odiará; corrige al sabio, y te estimará. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca: Corrige al sabio, y te amará. |
Se lo anunciaron al rey diciéndole: 'Está aqu el profeta Natán'. Éste se presentó al rey y se postró rostro en tierra ante él.
Ordenó entonces el rey David: 'Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Bena as, el hijo de Joadá'. Y ellos se presentaron ante el rey.
El rey de Israel respondió a Josafat: 'Queda todav a un hombre por medio del cual se puede consultar a Yahveh; pero yo siento aversión hacia él, porque nunca me profetiza bienes, sino solamente males. Es Miqueas, hijo de Yimlá'. Josafat le dijo: 'No hable el rey as '.
Que el justo me golpee y el p o me reprenda; mas el aroma del malvado no perfume mi cabeza:
Escuche el sabio y aumentará su saber; el inteligente ganará en habilidad,
Miseria y oprobio a quien rechaza la instrucción; honor a quien admite la reprensión.
Castiga al insolente, y el simple se hará cauto; reprende al sensato, y ganará en saber.
Quien corrige a otro hallará luego favor, más que quien adula con la lengua.
Quien ante los reproches se rebela será aniquilado de repente y sin remedio.
Ellos callaron y no le respondieron palabra, pues el rey hab a dado esta orden: 'No le respondáis'.
No odies a tu hermano en tu corazón; corrige a tu prójimo, para no incurrir en pecado por su causa.
Dejadlos. Son ciegos que gu an a otros ciegos; pero si un ciego gu a a otro ciego, los dos caerán en el hoyo'.
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen con sus patas y luego se revuelvan y os despedacen a mordiscos.