Hab a en la región de Us un hombre llamado Job. Era ntegro y recto, tem a a Dios y evitaba el mal.
Proverbios 8:13 - Biblia Castilian 2003 (El temor de Yahveh odia el mal). Aborrezco la arrogancia y la soberbia, la mala conducta y el lenguaje perverso. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los que temen al Señor odiarán la maldad. Por eso odio el orgullo y la arrogancia, la corrupción y el lenguaje perverso. Biblia Católica (Latinoamericana) (Aborrecer el mal es temer a Yavé.)
Aborrezco el orgullo y la arrogancia,
los caminos que conducen al mal y a la hipocresía. La Biblia Textual 3a Edicion El temor de YHVH es aborrecer el mal. La soberbia, la arrogancia, el mal camino Y la boca perversa, aborrezco. Biblia Serafín de Ausejo 1975 (El temor de Yahveh odia el mal). Aborrezco la arrogancia y la soberbia, la mala conducta y el lenguaje perverso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa aborrezco. |
Hab a en la región de Us un hombre llamado Job. Era ntegro y recto, tem a a Dios y evitaba el mal.
Y luego dijo al hombre: Temer al Se or es sabidur a; huir del mal, inteligencia'.
No pondré por punto de mis miras un propósito infame; aborrezco que se tramen rebeliones: yo no me he de contagiar.
Por eso me dirijo por todos tus preceptos y aborrezco el camino de mentira.
Los que amáis al Se or, abominad del mal: él custodia la vida de sus fieles y los salva de manos del imp o.
Pero las parteras tem an a Dios y no obedecieron las órdenes del rey de Egipto, sino que dejaban con vida también a los ni os.
Yahveh abomina la conducta del malvado; pero ama al que va tras la justicia.
La arrogancia precede a la ruina, la altivez de esp ritu precede al fracaso.
Con bondad y lealtad se exp a la culpa, con el temor de Yahveh se evita el mal.
Aparta de ti la falsedad de la boca, aleja de ti el enga o de los labios.
Castigaré en el mundo el mal, en los malvados su culpa, truncaré la soberbia de los insolentes, el orgullo de los tiranos humillaré.
Odiad el mal y amad el bien, restableced la justicia en el tribunal. Quizá se compadezca Yahveh, el Dios Sebaot, del resto de José.
El Se or Yahveh lo jura por s mismo - oráculo de Yahveh, Dios Sebaot -: 'Aborrezco el orgullo de Jacob, detesto sus palacios; entregaré la ciudad y cuanto hay en ella'.
el mal contra vuestro prójimo no maquinéis en vuestros corazones, y no os aficionéis a jurar en falso. Porque todas éstas son cosas que odio' - oráculo de Yahveh -.
Sea el amor sin fingimiento. Aborreced lo malo. Estad firmemente adheridos a lo bueno.
Sin embargo, el sólido cimiento de Dios permanece firme y tiene sellada esta inscripción: El Se or conoce a los suyos; y esta otra: apártese de la maldad todo el que invoca el nombre del Se or.
De igual modo, vosotros, jóvenes, someteos a los presb teros. Revest os todos de humildad en servicio mutuo, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.
No multipliquéis palabras altaneras, no salga de vuestra boca la insolencia, porque Dios sapient simo es Yahveh, a él toca pesar las acciones.