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Proverbios 4:10 - Biblia Castilian 2003

Escucha, hijo m o, acoge mis palabras y se te prolongarán los a os de vida.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Hijo mío, escúchame y haz lo que te digo, y tendrás una buena y larga vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Atiéndeme, pues, hijo mío, toma en serio mis palabras, y vivirás largos años.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Escucha, hijo mío, acoge mis palabras y se te prolongarán los años de vida.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Oye, hijo mío, y recibe mis palabras, y se te multiplicarán años de vida.

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Lòt tradiksyon



Proverbios 4:10
13 Referans Kwoze  

Recibe de su boca la doctrina, pon sus palabras en tu corazón.


Oye el consejo y acepta la disciplina, para que seas sabio en el futuro.


Hijo m o, si recibes mis palabras y guardas para ti mis preceptos,


Largos d as hay en su mano derecha, en su izquierda riqueza y honor.


porque largos d as, a os de vida y paz a adirán en tu haber.


Elegid la instrucción más que la plata y la ciencia más que el oro puro,


'Subió la muerte por nuestras ventanas, entró en nuestros palacios, segando al ni o en la calle, a los jóvenes en las plazas.


para que vuestros d as y los d as de tus hijos sobre la tierra que Yahveh juró dar a vuestros padres sean tan numerosos como los d as del cielo sobre la tierra.


Honra a tu padre y a tu madre, como te lo ha ordenado Yahveh, tu Dios, para que se prolonguen tus d as y seas feliz en el suelo que Yahveh, tu Dios, te da.


a fin de que temas a Yahveh, tu Dios, tú, tu hijo y el hijo de tu hijo, guardando todos los d as de tu vida todos sus preceptos y mandamientos que yo te prescribo, y as prolongues tus d as.


Por eso precisamente damos sin cesar gracias a Dios; porque cuando acogisteis la palabra de Dios que nosotros os anunciábamos, no la acogisteis como palabra humana, sino - como es en realidad - como palabra de Dios, que ejerce su acción en vosotros, los creyentes.


He aqu una afirmación digna de crédito y de plena aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero.